miércoles, 8 de julio de 2015

Locos sueños

   Si hay algo que me gusta es soñar. Y no, no me refiero a imaginarme cosas que nunca van a pasar pero sin embargo “perseguirlas” hasta que ocurran. En esas estupideces yo no creo. Sería casi como creer en el genio de la lámpara o en el dragón de los deseos o algo por el estilo. No, yo me refiero a los sueños de verdad, esos que tenemos con frecuencia cuando estamos dormidos. Aunque es verdad que, según dicen, siempre soñamos, solo unas pocas veces logramos recordar un sueño y muy pocas veces lo podemos recordar en su totalidad. Pero es un ejercicio divertido: tratar de recordar todas las aventuras o desventuras que acaban de pasar en nuestra cabeza. Para mi, entre más raro y emocionante, mejor. Quiere decir que mi cerebro va muy bien.

 Obviamente las pesadillas no son mis preferidas ni las de nadie. Nos hacen despertar sudando frío y a las cinco de la mañana, sin poder siquiera entender que fue lo que pasó. A veces es porque comimos mucho antes de dormir o porque nos pusimos a leer o ver algo especialmente violento o asqueroso antes de dormir. Por eso siempre es recomendado no sobrecargarse de cosas antes de cerrar los ojos. El cerebro humano es muy fácil de disuadir así que podemos evitar casi todas las pesadillas que tenemos. Eso sí, a pesar de ser estresantes y todas las consecuencias que tienen en nuestra pobre mente, las pesadillas también pueden hablar bien de nuestra capacidad de imaginar e incluso de sentir. Alguien que no haya tenido una, puede ser de desconfiar.

 Normalmente mis sueños, y supongo yo que la mayoría de sueños, se asemeja a una película mal editada. Hay cortes raros por aquí o por allá, que nunca sé si son resultado de mi memoria que borra lo que es de poca recordación o si en verdad mi cerebro pasa de una “escena” a la otra así no más. En mi caso, muchas veces los sueños son como un recorrido. Puedo recordar empezar en algún lado pero también como empiezo a moverme y así circulo a través de diferentes sueños formando una cadena de ellos que puedo conectar por diferentes temas o incluso por los personajes que aparecen allí conmigo.

 Yo siempre soy yo o, al menos, la mayoría de las veces. Creo que a mi cerebro no le gusta mucho la idea de disfrazarme o de hacerme pasar por alguien que no soy. De hecho, podría atreverme a decir que ese es el punto. En nuestros sueños, podemos ser nosotros mismos, los de verdad, sin que nadie pueda decir nada ni prohibir nada. Y cuando digo nosotros mismos, digo todo nuestro ser, como aberraciones, sentimientos, gustos y disgustos. Porque eso es lo que nos hace ser quien seamos así a veces ocultemos o ignoremos ciertos rasgos de nuestro propio ser. En nuestros sueños estamos en casa y en ese sentido no hay por qué ocultar nada de nada de nadie. Solo somos nosotros.

 El sueño de volar es uno de los más comunes y todos lo hemos tenido, o eso creería yo. Supongo que ocurre porque es liberador, porque nos hace sentir verdaderamente libres y además no da un poder que sabemos no es real. Eso nos hace sentir especiales y quién no quiere sentirse especial en este mundo donde, en realidad, nadie lo es? Los sueños son nuestro mundo y son una vía de escape, son lo único que en verdad es nuestro. Nuestros pensamientos también lo son pero estos los podemos compartir e incluso algunas personas los pueden adivinar según nuestro comportamiento. Es muy fácil hacerlo en muchas ocasiones. Pero nadie puede ver los sueños de nadie más ni describírselos a un amigo en detalle.

 Esto es porque, como decíamos antes, nunca nos acordamos de todo lo que ocurre en un sueño. Siempre hay partes que faltan, huecos que ya despiertos muchas veces llenamos de supuestos y conjeturas pero que en realidad siguen inmersos en el misterio. Podemos suponer que lo que recordamos de un sueño es lo más importante pero eso sería tanto como decir que de un viaje largo lo que más recordamos es lo bonito y alegre. Todos sabemos que los accidentes y demás tragedias nos marcan mucho más que un beso o un abrazo. Esa es la triste realidad. Así que cuando nos despertamos recordamos pedazos y ya depende de nosotros si queremos armar algo con esos pedazos o simplemente dejarlo todo quieto y saber que disfrutamos el viaje.

 Porque los sueños son como las montañas rusas o como una caminata por algún lugar especial. Son recorridos, a veces largos y a veces cortos, que terminan y no siempre podemos apuntar cual fue nuestra parte favorita pero sabemos que lo repetiríamos si nuestra sensación al final es de placer o felicidad. Acaso a quién no le ha pasado con sueña con alguien, una persona maravillosa y perfecta? y quisiéramos quedarnos allí con esa persona para siempre pero sabemos que no es posible y entonces queremos seguirlos viendo en sueños pero como no podemos encontrarlos, nunca los vemos más.

 Esos amores de los sueños son intoxicantes porque son ideales, son muchas veces tal y como nos gustaría que fuese la próxima persona que llegase a nuestras vidas. Eso es así porque en nuestros sueños el cerebro coge de todas partes para formar el viaje y toma caras y cuerpos familiares, sensaciones que hemos podido experimentar y lugares que hemos visitado antes. Todo es reciclado y entregado a nosotros en una forma atractiva y diferente, de la que muchas veces quisiéramos saber más. Es un mundo muy poderoso, aquel de los sueños, porque nos muestra lo que más queremos pero sabemos que jamás podremos hacer realidad porque no es algo que sea factible. Ese es el punto de los sueños.

 Por eso es cómico cuando hay personas que dicen que pueden leer los sueños y así decirle a alguien como será su futuro o que quieren decir cada una de las cosas que ocurrieron. Los seres humanos no tenemos ninguna forma de saber nada más que de el presente y si acaso del pasado cuando no lo ignoramos o lo metemos debajo de un tapete. Los sueños no quieren decir nada más allá del significado obvio que tienen para los que los sueña. Es ridículo que alguien venga y te diga que quiere decir todo eso que viste cuando tu lo sabes muy bien porque fuiste tu, tu inconsciente en todo caso, quien creó todo ese maravilloso mundo que desapareció al despertar. Nadie más puede decir nada al respecto.

 Hay sueños que dan miedo, otros que dan felicidad, otros que son muy raros, otros que desarrollan nuestros más bajos instintos y así sigue porque no tienen límite ya que sus únicas fronteras son las que tenemos nosotros en el cerebro. Lo increíble es que los sueños son lo que más tenemos en común los seres humanos, porque todos los hacemos e incluso tenemos sueños similares como los de volar. Y también tenemos en común que para todos son procesos de liberación, así sea por unas cuantas horas. Ni la persona más reprimida deja de soñar y su inconsciente siempre termina mostrando la realidad porque no hay una persona en este mundo que tenga algún control sobre los sueños.

 Y esa es, sin duda, una de sus más bellas características. Esa libertad, esa fluidez e increíble potencial. A veces hay gente que se despierta vigorizada, como si les hubieran inyectado el mejor remedio en existencia. Esa seguramente es la función de los sueños: relajar nuestra mente y darnos un verdadero respiro de todo lo difícil y horrible que hay en el mundo, que es mucho. También esa es la razón por la que, cuando estamos en tiempos difíciles, casi nunca nadie recuerda que soñó. Es como un bálsamo curativo que nuestro propio cerebro nos unta en el alma, corazón o como lo quieran llamar. El caso es que nos ayuda a seguir adelante, da un paso por vez y sin mirar atrás.

 Lo increíble de todo esto es que todo ocurre por nosotros mismos. No hay intervención de nadie más, no hay nadie que nos diga que hacer o como. Los sueños son todo responsabilidad nuestra y por eso es que nos complacen tanto. Nadie los hace para nosotros ni nadie puede criticar su contenido porque ese contenido somos nosotros mismos y la realidad es que, aunque a veces podemos llegar a odiarnos, al fin y al cabo siempre vivimos con nosotros y sabemos como manejar todo tipo de situaciones, incluidos esos locos sueños en los que nos manda nuestro subconsciente, a veces a manera de análisis y otras veces a manera de diversión.


 El caso es que soñar, soñar dormido, es uno de los mayores y más privados placeros de la vida. Son nuestros, son de lo poco que es verdad personal y que no podemos ni siquiera compartir con esa fuerza y empuje que tienen. Lo mejor de los sueños es que nos enseñan pedacitos de quienes somos y así no ayudan a seguir adelante, sin depende de ellos.

martes, 7 de julio de 2015

Ballet

Ballet was tough. It was hard on the dancers, on the choreographers and even on the audience. But Alexei just loved it. He had begun his dancing at a very young age and his parents had always been very supportive. They were the pillars of his happiness because they had enabled him to become one with dancing and had never missed one of his performances. They were very proud of their son and wanted the best for him and that’s why they supported him with everything he did. Alexei was grateful because, talking to other dancers, he realized things could not have gone so smoothly for him. There was even a dancer that claimed he had been left with an aunt at age seven for him liking ballet.

 Of course, the myth says that if a man likes ballet, both as a spectator and a dancer, then he’s a homosexual. The truth was it was that the statement was accurate very often but not always. Alexei was gay but he had met a lot of heterosexual men that loved dancing at that were even really relaxed about their sex lives. Besides, women apparently loved a guy who was bendy and had a nice body and so on. It was funny sometimes to see Evan, the most heterosexual dancer he had ever seen, just flirting with at least three girls at the same time. It looked ridiculous and funny and also was something to admire about him. The man was really handsome and he was very talented too so the girls got all in one or at least that was what he said. The point was, ballet dancers came in all forms or shapes.

 Actually, the company Alexei danced with praised itself for its variety at the moment of choosing their performances and also for their diversity among the dancers. There were black women and men, Asians, Latinos and so on. And people loved that because they had a certain “Benetton syndrome” where they loved to have all races bond and be happy together, which was clearly not the case in real life. But funny enough, they did feel each other as family. Many would often have lunch together and some even shared an apartment. For example, Alexei lived with Katerina who had been in the company three more years than him. She was very experienced and disciplined but when she wanted she could be very liberated.

 Alexei and Katerina had become very good friends and when she was unable to fin a proper place to stay after her former contract expired, Alexei invited her to live with him. They had fun whenever they were not tired and both there at the same time. They would watch movies together and eat some ice cream, which was forbidden but they did not care. It was a fun way to live because they could also talk about work and ballet in general and they would understand and give tips to one another, something that they wouldn’t be able to do with people out of the medium. So their living arrangement was advantageous for both of them and they had become more of a family than just friends.

 But that changed once the production of Swan Lake begun. Of course, that was a classic and every single member of the company wanted desperately to become well known after receiving the dual role for which everyone knew the play. But that wasn’t going to happen. It had been decided that the role would be played by two people instead of putting all the pressure in one of them. And to make matters more interesting, they also announced that gender would not play a part in any decision concerning any of the roles. They would just mask them or put them in certain costumes if the character had to be man or woman but the person playing them could be either. They announced all of this and the dancers stopped being that family and became almost enemies.

Nice little lunches, smiles, parties, walks and so on stopped. It was as if war had suddenly started and anyone could be a spy or your worst enemy. Alexei regretted this because his main dream was not to become the most well known male ballet dancer. He just wanted to keep learning and getting better and better in his art. For him, ballet was one of those things that elevate the soul and make people forget about every single bad thing that is happening to them. It has the ability to make your soul fly away into a beautiful world that doesn’t exist and feel things that maybe you wouldn’t be able to experience in reality.

 What Alexei regretted more was talking to Katerina. She had been one of the main performers in the company since she had started and didn’t want that to go away. She felt people knew her and that the audience needed to see a proper black swan, the role for which she was practicing. The truth was that many guys and girls wanted that role and not so many wanted the others. Alexei practiced for the role of the prince and just practiced a lot to get it perfectly. They had three months until the casting took place and then the audition results became known and production went ahead like a steam train. It was all a bit scary for Alexei but he knew he had his family and friend at his side.

 After rehearsal, he would often meet with Gabrielle and John. Gabby was one of those girls that is really objective and goes to the point very fast. She told Alexei that, although she didn’t know much about ballet, she did know he was a very good dancer and that every time he showed his talent, people rewarded him in many ways. Gabby was an architect and knew some art. And John was a fashion designer and had always wanted to make something for Alexei but the clothes for the plays were always done by the designer of the theater and in normal life he wasn’t a very big guy in fashion. Anyway, John was also very supportive and told him guys would fly of their seats only to check his ass on those tights, which always made Alexei laugh.

 Alexei rehearse every single day. He woke up early, went to a small room he had booked for several days and just did his routine, number by number. He noticed fast all of his mistakes and made himself learn new things or repeat those that didn’t come naturally to him. At the end of it, after several hours, he was tired, hungry as his feet hurt like hell. But it was worth it, he thought. Alexei felt that performing was always the best way to get the audience into the play and hopefully to get more people to know about ballet, which was ultimately what, he wanted. Although his family was supportive, people in life had been less candid about his choices and he could even say he had been bullied. But he didn’t say it because he wasn’t a victim but a strong person and he refused to bow to weakness.

 That was his ballet persona, if you will, that kicked in life and helped him be who he was. It was this strong attitude that attracted, after one of his rehearsals, a guy named Javier. He was a server in one of the restaurants where Alexei often went after being all day in a closed space. There he could eat a nutritious meal, bound to the rules of the academy, and also do one of the things he liked most which was just look at people passing by on the street. But once Javier started talking to him, while serving or while on a break, he had stopped looking at the people outside and had started looking only at Javier.

 They went out on a date just one week before the audition. Alexei said that his daily rehearsals should be enough to pass the audition and that he didn’t believe in overdoing anything. If he wasn’t ready, it wasn’t going to be solved by getting his feet broken on the last week. So after one of his routine rehearsals, he met with Javier who had a day off and just walked to a park and just chatted there for hours. Javier wasn’t the first guy that he met, of course, but it felt like it. He had never really talked to any guy about what he did, they were always too busy asking how bendy he was and praising him for his looks, something that Javier did but in a much more elegant way. They had dinner together and at the end of the night they kissed goodbye.

 The day of the audition, Alexei gave everything of himself. He thought to himself that this prince was going to be the best thing he would have ever done. He gave him energy and power and the jury saw it because their faces couldn’t hide the fact that they had loved what Alexei had done. Once done, he had to wait outside as the announcement of who had won what role was done only a half hour after they auditioned. Every waited in silence, pacing around and just not even thinking about anything else. Finally, they let them all in in the auditorium and announced the roles. Alexei almost jumped when he got the role of the prince and the guy who got to be white swan was ecstatic. But the black swan wasn’t won by Katerina but someone else.


 He felt bad for his friend but also felt awesome because of his role. He called his parents and Gabby and John and they were all very excited. They only had good wishes for him. Then, he grabbed his coat and went straight to Javier’s place and then they celebrated with cheap wine and sex, but it was the best celebration ever. He was happy know, more than ever. Things may never be that good again and that’s why he was living the moment so beautifully.

lunes, 6 de julio de 2015

No más...

   Martina nunca había sido una mujer débil. Le habían enseñado que no debía soportar lo que nadie dijera de ella, más que todo si lo decían con el sentimiento de herir su personalidad. Ella simplemente no lo aceptaba y tampoco cuando alguien quería someterla solo por el hecho de ser mujer. Durante sus años del colegio, siempre le había quedado un mal sabor de boca cuando los chicos podían hacer ciertos deportes de equipo mientras las niñas practicaban ballet u otras actividades de “menos riesgo”. Era una doble mentira porque el ballet podría ser una tortura si se hacía con intensidad y los deportes de equipo eran necesarios para crear una visión más grandes de las cosas. Fue ya casi al final de su escolarización que introdujeron los equipos de mujeres.

 En la universidad, se ganó la reputación de ser una chica especialmente dura con los hombres, una mujer con la que simplemente uno no se metía. Había algunos “valientes” que lo intentaban y ella hubiera querido que funcionara pero siempre terminaba dándose cuenta que eran unos ignorantes. No porque quisiera sexo de inmediato, cosa que a ella no le molestaba, sino porque siempre tenían comentarios sexistas y estúpidos para con ella o sus compañeras. Se les iban los ojos por una mujer en minifalda o las que se comportaban como si fueran prostitutas y para Martina eso era demasiado básico, demasiado animal y era algo que no le gustaba. Eso sí, pensaba que de pronto ella estaba mal pero ya era muy tarde para cambiar de personalidad.

 Los pocos que sí lograban tener algo con ella eran pocos y siempre duraban una corto tiempo. Se aburrían porque les parecía que estar con Martina era demasiado complicado, que se requerían muchas cosas que ellos o no tenían o simplemente no estaban dispuestos a dar. Para Martina esto fue difícil porque no era de piedra. Si bien no soportaba que la sometieran de ninguna manera, sí soñaba con tener alguien que la entendiera y con quien compartiera gustos y demás. Pero no parecía que esa persona fuese a llegar pronto y los años de universidad fueron uno más deprimente que el otro.

 Pero a pesar de eso hizo varias amigas, que le ayudaron a reforzar sus convicciones y a seguir luchando por lo que ella creía. Instalaron un club en la universidad para defender los derechos de las mujeres y participaban en protestas con frecuencia. Martina estaba orgullosa de todo eso porque sabía que era gracias a ella que algunas de las chicas habían salido de la oscuridad para contar los casos que habían sufrido tanto en la universidad como en la vida en general. Martina supo que debía seguir luchando luego de la universidad y lo tenía todo planeado para especializarse en estudios de género y combinarlo con si titulo en derecho. Iba a defender a las mujeres donde y como pudiera.

 Pero entonces algo pasó que cambió su visión de las cosas. Como suele pasar, los eventos traumáticos pueden tener efectos bastante fuertes y potentes en las personas. Para ella fue una violación. Las reuniones del club a veces acababan tarde y normalmente salían juntas hacia los paraderos de sus buses o a coger taxi. Sabían que no lo debían hacer solas tan tarde en la noche. Pero una de esas veces Martina simplemente hizo lo opuesto y se arrepiento para siempre. Un hombre había estado observándolas y evidentemente estaba en contra de sus actividades. Así que la siguió, la drogó con algo y la violó en una calle oscura por donde nadie nunca pasó sino hasta la mañana siguiente, cuando una ancianita dio la alarma y Martina fue llevada al hospital.

 Nunca nada de lo que había vivido había sido tan malo, tan horrible y tan difícil de entender. Ella sabía que los hombres podían ser difíciles pero no entendía, simplemente no podía comprender como alguien podría seguirla y luego hacerle lo que le hizo. El hombre cometió el error de hacerlo de nuevo, a otra chica del grupo pero en esa ocasión hubo testigos y lo atraparon en el callejón antes de que hiciera la peor parte. Lo enviaron a la cárcel y estaría allí por mucho tiempo. Pero para Martina era demasiado tarde. Cuando ya salió del hospital, tuvo un caso de depresión profunda y no salió de su casa en varios meses, lo que retrasó su sueño de graduarse y seguir estudiando.

 Su familia estaba en shock y no hacían mucho para ayudarla. Quién podía culparlos? Lo único que pudieron hacer fue enviarla a un hospital especializado para que se mejorara rápidamente. Pero el proceso fue lento y Martina estuvo internada un año y hay que decir que el tratamiento solo sirvió a medias. Si bien ella mejoró en estado de ánimo general y ya era capaz de hacer cosas y conversar e interactuar con otros, mostraba una agresividad especial hacia los hombres. No era que les hiciera nada sino que no hablaba con ellos y pedía que solo enfermeras mujeres y doctoras la atendieran. Lo mismo hacía con los demás internos. Nada de hombres. Cuando le dieron la salida, le explicaron esto a la familia y ellos, de nuevo, no supieron que hacer.

 Pero pronto se dieron cuenta que su nueva actitud no abarcaba a los dos hombres más cercanos a ella: su padre y su hermano. A ellos los trataba como siempre ye les confesó que era porque los conocía bien. Pero ir a un centro comercial o algo así era una tortura. Cuando terminó la carrera lo hizo por internet porque ir a clases era demasiado estresante para ella y peor sabiendo que la mayoría de profesores eran hombres. Ella se sentía muy mal porque sabía que no todos tenían la culpa de lo ocurrido pero no lo podía evitar. Le daba físico pánico compartir un ascensor o un automóvil con algún hombre y le causaba mucho estrés.

 Cuando obtuvo su diploma, se reunió con sus amigas del club y todas la apoyaron. Hicieron una pequeña reunión en su casa y allí ella se dio cuenta de que tenía amigas y había posibilidades de salir adelante. Todas ellas eran optimistas y le decían que era un mujer fuerte por haber aguantado algo tan horrible y que esa experiencia la haría más fuerte que nunca y la ayudaría a crecer más como persona para ayudar a otras mujeres en situaciones similares. Ella estaba feliz, por primera vez en mucho tiempo, porque sentía amor y apoyo por todas partes y eso era algo que parecía que nunca iba a tener allí encerrada en el hospital psiquiátrico.

 Pero entonces, la vida le lanzó otra bola curva que ella no esperaba y cambió su vida aún mas﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽o esperaba y cambinzuiatrico.ra algo que parecs similares. Ella estaba feliz, por primera vez en mucho tiempo, porque ás. Fue la primera vez que salía de noche y lo hizo con dos amigas que estuvieron todo el tiempo con ella. La situación había sido estresante por la presencia de hombres pero el alcohol había ayudado bastante. Cuando salieron, sus amigas se dieron cuenta que a uno le faltaba su celular y se devolvieron por él y entonces se desató una pelea y Martina se dio cuenta que era entre un hombre y una mujer. Discutían airadamente y el hombre le alzó la mano a la mujer y ella no dijo más y se alejaron caminado. Eso hizo que Martina los siguiera en silencio. Lo hizo por unas cuadras más hasta que llegaron a un parque y allí se reanudó la discusión y en un segundo el hombre golpeó a la mujer.

 Algo más allá de ella tomó posesión de su cuerpo y, cuando se dio cuenta, había tomado una piedra grande de un lado del camino del parque y se la había plantado en la cabeza al hombre. Y lo hizo una y otra y otra vez. Por un momento, el mundo parecía estar en pausa pero entonces la mujer gritó y salió corriendo gritando, pidiendo ayuda para su novio. Martina salió de su trance y corrió con la piedra en la mano. La echó en la basura frente a un edificio pero su mano seguía manchada de sangre. Volvió a casa y se encerró en su cuarto, entre borracha y asustada, por lo que había hecho. El hombre parecía muerto y ella lo había causado. Y, la verdad era, que se sentía bien por lo que había hecho.

 Del caso nunca se supo nada. Algo en algún periódico pero nada más. El tipo sí había muerto y Martina sufrió un cambio en ese momento. De pronto ya no tenía miedo de ningún hombre porque se había dado cuenta de que a los que se portaban mal con las mujeres se les podía someter de manera definitiva. No, en ningún momento tuvo lástima ni pensó en familias o familiares. Si tenían un miembro de la familia que se comportaba como un animal, lo mejor para ellos era que se fuera permanentemente. Martina se mudó a un apartamento sola y retomó sus estudios y consiguió trabajo y todos quedaron con la boca abierta por el cambio tan repentino.


 El hombre del parque no fue el único. Después siguieron más hasta que ella perdió la cuenta. Todos habían atentado contra la vida de alguna mujer y algunos, ella tenía pruebas, eran violadores que pensaban que nunca nadie se enteraría de sus crímenes. Pero Martina sabía y desde el segundo, siempre se encargaba de que supieran porque iban a morir. La mano nunca le tembló y seguiría haciéndolo porque creía, con fervor, que era lo correto.

domingo, 5 de julio de 2015

Forgotten

   I had always liked to stay at nice hotels and now I had the chance to do it often do to my job. I paraded around the globe trying to sell them these products and in exchange I got to stay in great cities and beautiful hotels every so often. Of course, there were not five star hotels and were rather aimed at pleasing businessmen and not film stars or something, but I really liked them.

 One time, for example, I was sent to a rather small town but they put me in a big hotel with all the amenities possible. It was five stories high, had a nice view of the airport and even had a pool. So the first thing I thought, even during my meetings with various people that day, was when and how to get into that pool. I had planned to get to the hotel by six in the afternoon and just run to the pool as it closed at seven o’clock.

However, when I was picking up my things n my room, a hotel towel and so on, I got a phone call. It was someone from work but I decided to pretend I was busy or a heavy sleeper and not answered. Actually, I deliberately left my phone in the room as I left it for the pool, which was amazing. The water’s temperature was perfect and I had all for myself. Possibly that was because the hotel was nowhere near top capacity but I didn’t really care. I just enjoyed the moment and swam across the pool multiple times until I decided it had being too much. Strangely, no one had come to tell me to get out of the pool and I was sure it was eight o’clock, at least.

 I went back to my room and the phone was ringing again. I decided to pick up and realized no one answered. The number that appeared on the screen was from one of my bosses but no one spoken when I answered. I hung up and just lay down in bed about to turn on the TV but somehow I got very sleepy in a second and I fell asleep right there. I had a dreamless night and when I woke up I was slightly startled. I thought I had overslept but it was still two hours until I had to wake up to leave for my flight back home. But I couldn’t get back to sleep so I decided to check on the news. Nothing interesting.

 I decided to shower and use all the little soaps and shampoos I could and those I couldn’t I would put them in my luggage. Again, the water was perfect and I spent more than enough time in the shower but because I suddenly felt sleepy again. I had to close the water and lean against the wall to recover. I grabbed a towel but when I did the world had started spinning and I just fell hard to the ground. I did not pass out instantly. My eyesight was blurry and I could feel a presence and some distorted sounds. Just before I feel into a deep slumber, again, I thought I saw something and smelled a very particular scent.

 When I woke up, I wasn’t in my hotel bedroom. I was in another hotel bedroom, more likely a motel. The walls had stains on them, there was a smell of rotten food or something and I realized it was pitch black outside. I concluded I had been kidnapped and, of course, I had missed my flight. People would already be looking for me, as they knew at what time I supposed to be home. I hoped they were looking because that place really felt off. Something was not right and then I smelled the same scent I smelled before I feel asleep naked on the ground of the hotel bathroom. I realized I was now wearing some kind of robe. I checked it and realized it had the emblem of the hotel I had been staying in. Then, the door of the room opened and that smell invaded the small space.

 The door was close and there he was. A tall man, wearing a black hat and a coat. I had never seen him before but he had this look, like what someone would look like after escaping a mental institution. I decided not to say a word and just wait for him to day or do something. But he stayed there, standing up by the door just looking at him. When I tried to move, I realized one of my wrists and one of my ankles, were tied tightly to the bed. I was tied to them with rope. And I was very week suddenly so I decided not to fight against anything. Was this a crazy guy that kidnapped people and killed them far away or was he going to torture me in some gruesome manner that I couldn’t even understand? The thought made me tremble.

 And it was then that he moved, towards me. I saw his eyes more clearly and they are very red, as if he had never been asleep in his life. He was older than I had thought at first and, to be honest; he didn’t seem as deranged as I had thought he was. Still, he didn’t say a word. However it was me who started asking for him to release. The time for waiting for him to act had passed and now I needed to make him understand that maybe I was the wrong target or maybe I could convince him not to kill me. But he didn’t seem to care about what I said. He just looked at me with those red eyes and it was uncomfortable and I just started to get very desperate. I was weak but I pulled and cried from impotence.

This seemed to work on him because he blinked a lot, as if he had been woken up from hypnosis or something. I took advantage of his apparent confusion and started to beg him. I asked him to release me and I swore I would never tell anyone what had happened in that room and what he looked like. I told him I didn’t know who he was or what he was trying to do but that I respected him and wanted him to know I wanted to be respectful of him. All of this came like a waterfall of ideas that just ran out of my mouth as I thought about them. I was desperate but said anything in a very controlled way in order not to seem as crazy as I thought he was. Then, he turned his head and walked towards a table I had not seen before.

 From the table, he took something and took his time doing something to it. I thought that he was going to start torturing me for sure but then he turned around and I realized he held a needle in his hand. Before I could even think anything, he jabbed it on my leg and, once again, I fell into a deep slumber and only felt him go away, maybe out of the room and the scent of rotten food fill the space in my mind. This time I did dream. It was about my childhood and the first boy I had ever kissed. My mind kept repeating the memory like a damaged DVD player or something. I felt anxious and then I woke up and I happened to be back but not in my hotel room but in my home. The first thing I did, after I realized I was still wearing the hotel robe, was to call the police.

 Sure enough, I had disappeared for a whole week. I almost fainted again when they told me. Apparently, I just remembered one day out of seven he had me in his custody. I told everything I could to the police, all bout the guy’s look, the smells, what I could remember about the motel and about the syringe he had jabbed in my leg. They made me go through several medical tests and so on in order to know more about he had injected in me. It apparently was a very strong liquid that made anyone go limp in a heartbeat. So they thought he might be a doctor of some kind, maybe even a veterinarian. But I had never met either, not close at least.

 My mind was just so full of things, of cut memories and of fear. Because I knew he could’ve done so much more to me than he did. He didn’t kill me, torture me and the rape tests came out negative. I had been kidnapped for some reason and the person responsible had done nothing to me. The police did their job, I can’t complain about that, and they found absolutely nothing. They just couldn’t get anywhere with what I knew and with the other few evidence they had. Not even security cameras had registered him into my room and no one anywhere had apparently seen such a man. I got fed up with it all when a psychologist insinuated that maybe I had imagined all of it. Never trusts shrinks, am I right?


 I decided to go back to my work, my home, my life. I was very scared to be alone at home so I bought a dog and a cat and just tried to get by, without ever thinking about what had happened that day. My trips are less frequent now and I just have fun the few times I leave for business. However, I never sleep well in hotels and I tend to spend a lot of time in the bar area. I drink so I can sleep faster and just make the night go more smoothly for me. Since what happened, I can’t stop thinking that maybe I knew him from something, maybe I had met him once and now I didn’t know. But a hypnotherapist didn’t help, as I thought. I’m just never going to know what exactly happened and why and maybe that’s the worst part of it.