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viernes, 21 de abril de 2017

El fin de lo conocido

   De pronto, una nube de polvo enorme cubrió el mundo entero. Para cualquiera que no hubiese estado poniendo mucha atención, el polvo venía del aire, de algún lugar arriba de nuestras cabezas. Pero el caso era exactamente el contrario: venía de abajo, de los rincones más profundos de nuestro planeta. De hecho, el polvero no era del color cenizo o marrón que normalmente tiene el polvo que se levanta cuando hay suciedad o cuando un automóvil pasa por encima de él.

 Este polvo era de color blanco, al menos al comienzo. Apenas la gente lo vio, pensó que algo se estaba quemando pero era obvio que ese no era el caso, pues la humareda hubiese sido gris. La nube blanca fue creciendo y creciendo hasta que se convirtió en un monte de polvo enorme, que se iba tragando lentamente a todo los edificios y personas que encontraba a su paso. No tenía olor y tampoco hacía ruido, por lo que muchos desprevenidos murieron sin darse cuenta de lo que ocurría.

 El color blanco fue cambiando gradualmente a un ligero color azul. Según expertos que luego analizarían imágenes de video y fotografías, el cambio de color correspondía a un suceso bastante simple pero mortal: gases tóxicos se habían combinado con los ya nocivos gases de la nube blanca, convirtiéndola en una asesina andante. La gente tosía un poco con la nube blanca pero podía soportarla por un tiempo antes de intoxicarse. No pasaba lo mismo después de tornarse azul.

 La gente caía al suelo de golpe, apenas eran tocados por el cumulo de gases. Se retorcían unos segundos y luego morían, sin mayor espectáculo. Así murieron muchos que estaban en la calle y no se daban cuenta de lo que estaba sucediendo. Los que sobrevivieron  en un primero momento eran personas que estaban en sus casas con las ventanas bien cerradas y con sistemas de ventilación que no facilitaban la entrada de los gases a sus hogares. En muchos casos había sido un golpe de suerte.

 Desde las ventanas de los hogares, oficinas y demás, millones de personas observaron la muerte de mucho millones más. De hecho, la gran mayoría de las personas murieron en las primeras veinticuatro horas. La población mundial fue rebajada de un golpe, sin mayor oposición por parte de los que habían quedado vivos. La información era confusa, lo único que era claro era que la nube mataba a quién tocara y por eso nadie debía de salir de su hogar hasta que se encontrara alguna manera para evitar caer muerto de golpe al salir a dar una vuelta en la calle.

 Las personas estuvieron tres días encerradas hasta que se determinó cual había sido la causa de la nube, que no parecía querer desaparecer. Un fuerte terremoto en una zona deshabitada había abierto un enorme cañón, liberando así enormes cantidades de gases tóxicos que habían estado atrapados bajo la tierra por millones de años. El temblor había dejado salir la nube de las mismas entrañas de la tierra y esta se había elevado y hecho tan fuerte por la presión creada en el momento preciso.

 Los gobiernos que todavía funcionaban decidieron planear evacuaciones masivas, que llevaran a los sobrevivientes hacia puntos del globo donde la nube no pudiese afectarlo. Se planearon viajes en helicóptero, en aviones e incluso en dirigibles. Se diseñaron trajes especiales para que los oficiales y las personas pudieran usarlos sin arriesgar sus vidas en las calles, Todo fue sucediendo con lentitud pero de manera ordenada y efectiva. Era increíble ver todos los esfuerzos hechos.

 Sin embargo, todo cambió el día anterior a la fecha planeada para empezar la migración masiva. Otro terremoto, no tan fuerte como el anterior, reveló algo que nadie había observado con anterioridad. Parecía que aperturas como la generada por el primer terremoto estaban abriéndose un poco por todas partes, liberando más gas a la atmosfera. Aunque no parecía posible que la nube creciera aún más, los expertos determinaron que la cantidad de gases tóxicos liberados los conducían a una verdad innegable.

 La raza humana estaba contando sus últimos días. El aire, todo el aire en todas partes del globo, sería tóxico y mortal en tan solo unos meses. No había manera de escapar. Viajar a lugares donde no parecía pasar nada no serviría para sobrevivir. Los millones que no habían muerto de entrada, morirían meses después cuando el aire en sus pulmones se convirtiese en su verdugo. La humanidad estaba en sus últimas horas y no había una manera realista de escapar esa suerte.

 Científicos en todo el mundo dieron una última esperanza: anunciaron que estaban conectados con frecuencia, compartiendo impresiones, informaciones y todo tipo de datos para definir si existía alguna manera realizable para poder salvar a la humanidad. No prometían nada, ni siquiera estar vivos al día siguiente, pero pusieron todo su esfuerzo en el tema. Incluso personas que no sabían nada de ciencia quisieron ayudar, poniéndose trajes especiales y llevando comida a quienes estaban en peligro de morir primero de hambre que por los gases tóxicos.

 Pasaron semanas antes de que los científicos confesaran que había solo una solución pero no era la mejor: un puñado de seres humanos debían de ser elegidos para abordar las naves especiales, las pocas que existían, y salir de la Tierra lo más pronto posible. Existía ya tecnología para generar aire de manera sostenible y lo mismo con él agua. Muchos nuevos combustibles limpios habían sido creados para los cohetes y todos podrían ser usados en el espacio, para conquistar nuevos mundos.

 De los millones de sobrevivientes, solo un centenar podrían dejar la Tierra. Se hubiese pensado que seguido a este anuncio las personas tuviesen una respuesta violenta, con protestas y amenazas por todas partes. Pero eso no ocurrió. Tal vez era el hecho de que nadie quería morir más rápido de lo necesario o que la idea de morir ya estaba implantada con fuerza en cada ser humano existente. El caso es que nadie hizo mayor protesta. Estaba claro que no todo el mundo podía seguir viviendo.

 Se les dejó a los científicos elegir por su cuenta quienes abordarían esas naves espaciales. Trataron de elegir una persona de cada país y de equilibrar el número de hombres y el de mujeres. Era algo complicado. Tanto así que se tomaron un mes para tenerlo todo listo. El día del despegue hubo un terremoto que mató a miles de un solo golpe. Fue una tragedia despedirse de esa manera de un mundo que por tanto tiempo había sido un hogar tan preciado y singular, el único hogar.

 Los cohetes despegaron todos casi en el mismo momento. Quienes se quedaron en la Tierra les desearon lo mejor y murieron poco después. Desde las estaciones espaciales en orbita, que eran pocas y muy pequeñas, los nuevos astronautas observaron como el antes planeta azul era ahora de un tono diferente. Ya no era un azul profundo y misterioso, sino un azul casi artificial y demasiado brillante, como de alerta. Las naves prosiguieron su viaje y eventualmente se establecieron cerca del planeta rojo.

 Las colonias terrestres crecerían poco a poco, con el tiempo. Muchas tragedias ocurrirían pero ninguna del tamaño de la que había escapado. La humanidad sobreviviría en otro lugar, de manera limitada y con dificultades, pero seguiría viva que es lo importante.


 Todo ser humano nacido después del cataclismo, marcianos más no terrestres, entenderían que todo lo ocurrido, todo el pasado de su especie, estaba ahora encerrado para siempre en una bola que giraba en el espacio, inerte. Un enorme cementerio.

viernes, 5 de febrero de 2016

Connection

   As we headed to the station, to take that small train that goes around every terminal, I decided to take his hand in mine. Normally I would never do that but I decided this was the best moment to do it. It was time not to mind anymore about who was watching or if they had things to say. All the hate in the world could fall on me but I didn’t care because I understood what he was going through. He needed much more than just my hand in his, but I was happy to feel he took and squeezed it a bit, as if telling me “Thanks, I needed this”.

 We hadn’t spoken in several hours and I decided I didn’t wanted to be the one to talk first. For me, it was a decision he had to make because it was him who needed this time to reflect and think about many things. Well, that was my guess anyway because I couldn’t be inside his head. I did wonder though, about his thoughts and his secrets. But all of that was his to have and not for me to know. I respect a person’s life, and a life always has secrets and things you rarely share with anyone.

 The train station was a bit crowded and, oddly enough, most other passengers were foreigners, just like us. We were in San Francisco international airport and in our train there wasn’t a single Californian. We sat down, put our bad in front of us and felt the pull of the train beneath us, moving slowly towards the next terminal. I noticed my eyes were closing a bit, rocked by the movement of the train. The flight had been very long and we still had another one to go. I had never travelled so far before and felt a bit guilty, as I hadn’t paid for one dime. It had been all him.

 He squeezed my hand again and I turned towards him. His eyes looked sad but they felt stronger than before. He looked at me as if wanting to tell me something but there was no need. I proceeded to lay my head on his shoulder and he did kind of the same. I closed my eyes but I couldn’t really sleep. I just felt closer to him now and didn’t want that moment to end. But the train, after two other stops, finally arrived to the terminal we needed to be in.

 When we stepped out, we walked slowly towards some escalators and eventually to a commercial area. We passed a coffee shop and I asked him if he wanted to grab a bite. He didn’t say anything, just nodded as he yawned from exhaustion. As we wouldn’t let go, he joined me in the queue. We bought two big sandwiches each with cappuccinos and a big muffin to share. After we paid we found a little table a bit separated from the rest of the people and sat there. Our baggage was there too, with the few things we had been able to bring for such a short trip. We started eating in silence, watching people go by.

 We let go for a few seconds, to take our coats off, but he grabbed my hand again as he ate his sandwich. He ate it a bit too fast, he was hungry and he hadn’t told me. I wanted to ask him why he hadn’t told me he was hungry if maybe his stomach hurt or something. I was growing very mad for a moment out of such a silly thing and even my hands began to sweat so he noticed I was going through something. He looked at me and I saw his watery eyes looking at me. I had never thought they were as beautiful as they were in that moment and I felt bad for that.

 I at my sandwich as he drank his cappuccino, drying his eyes with a thick napkin they had given us. I saw he wasn’t feeling good, I saw he was still broken and I hated him for not talking to me. I felt so far from him and I didn’t understood what I was doing there, why he had brought me there if he wasn’t going to tell me anything. I had had it with all the silences and considerations. I didn’t wanted to wonder anymore about what he was thinking or what he wanted to say.

 Suddenly, he stood up and left. When he was two steps away I thought I heard the word “bathroom”. He had used his voice once only to tell me such a stupid thing? I almost made my cappuccino cup make a flip in its own plate but luckily my fist landed in the right place. People looked at me anyway and I just covered my face and lowered it to finish my sandwich and the cappuccino. I took the muffin and took a bit chunk of it with my teeth. The sweetness of the chocolate helped my spirit feel a little bit better.

 When he came back, I noticed he had been crying but I didn’t say a word. I only gave him his half of the muffin but he didn’t grab it so I ate it. I wasn’t going to waste a good muffin just because he wouldn’t talk to me. We took the baggage and started walking around the terminal, trying to make time for the next flight. I checked our gate on a screen and he stood up behind me, not even looking at the screen but at the airplanes on the tarmac. I hate to see him do that because I felt I just couldn’t leave him, ever.

 We got to our gate and sat down by the counter in order to be ready when they called us for boarding, which would began in a matter of two hours. I wanted to fall asleep or at least feel I wanted to be asleep but that time had passed. Maybe it was the coffee or the fact we had eaten something, by I couldn’t fall asleep.

 Then I felt his hand grabbing mine and, of course, I didn’t push him away. Because I wanted to feel his hand and smell his scent and taste his lips. But I didn’t now when I should go for a kiss, a hug or a conversation. I felt lost and kind of in a disadvantage. After all, we had just arrived from his mother’s funeral.

 He squeezed my hand and also stroke it and I just had to look at him. But he wasn’t looking at me but, again, at the planes outside. I squeezed his fingers softly and he did look at me at then he came close and kissed me. His face felt a bit cold, his lips a bit dry, but I knew those were the kisses I had learned to love although covered in a veil of sadness I had to understand. He let go of my hand and put his hand on my face and just keep kissing me. We stopped after a few seconds, smiling.

 Our hands stayed together as people arrived. The plane was going to be full, that was certain. He kept looking to the planes and then he started watching his watch. He was clearly anxious to get back home or maybe worried he had to go back in a plane. He wasn’t that friendly with them. Finally, the boarding process began and some minutes later we were already inside the plane, sitting side my side with and old lady as our neighbor. She was the first person to speak to him and he responded.

 Hearing his voice was the best thing for me. I loved it so much it filled me with joy, tumbling down all the feelings that had gone through my body earlier.  I smile at the lady who told me I had a very charming husband. Of course, I didn’t correct her but my blushed cheeks should have been enough to tell anyone she wasn’t exactly right. As a matter of fact, we had been boyfriends for a bit more than a year. That’s why I felt so strange doing all of this, the trip and meeting the family and all that.

 I mean, I had met them earlier, his mom too. Bu that situation was like getting to know them all again, especially his father who was obviously different now. He interrupted my thoughts by whispering in my ear: “Would you like to?”

 He caught me completely unprepared. I started to sweat again, my heart racing as the plane separated from the terminal and made its way to the runway. He grabbed my hand and from his pocket took out a small box. I started coughing right there. He knew I did that when nervous because he just opened it to reveal a very simple but beautiful ring. He took it out from the box and took my hand. Now, he asked me in a normal voice, making some heads turn.

   - Would you marry me?

 I felt all of them watching me, even if there were maybe only three people paying attention. In my mind, I revisited the funeral and what had happened earlier and the day we met and how we shared our lives and then, I remembered him watching the planes. I remembered that feeling I had when saw him standing there, his back towards me, looking at the tarmac.

 I knew his body and his way of dealing with things. I knew how he ate, how he peed, how he showered, what his favorite curse word was and how high he could jump. I knew I like his hugs and his voice. He had said to me he liked my body and my eyes and my mind. I also knew there were things he didn’t know about me and I didn’t know about him. There were secrets and thought that were private. So many feelings.

   - Yes. Yes, I will.

jueves, 1 de enero de 2015

Primer día

Es simplemente el mejor día del año para salir, para explorar, para conocer. Las carreteras están vacías y los lugares no pueden estar más en paz. Pareciera que algo extraño ha sucedido, o algo catastrófico pero la realidad no es para preocuparse: es solo el primer día del año.

Siendo el primer día del año, la gente celebra el cambio de calendario tomando, comiendo y, en general, divirtiéndose. Eso ocurre la noche anterior, así que para ser exactos, el primer día del año la gente en verdad no hace mucho.

La mayoría de la gente duerme todo el día, habiendo tomado tanto alcohol la noche anterior. O tal vez es porque han comido demasiado. De todas maneras, las camas son esenciales en este día, ya que la gente prefiere quedarse en la suya antes que salir de ellas. Salir de la casa? Muchas veces, no es una opción.

Esto último tiene una razón: no es solo que la gente sea perezosa o borracha o que esté llena. En verdad es que los comercios cierran, incluso las cadenas de comidas rápidas tienen horarios especiales, así que las mejores opciones para quienes se queden en casa es comprar algo días antes o llamar a un domicilio. Para los que ofrecen ese servicio, es uno de los mejores días del año.

Ahora bien, no toda la gente se queda en la cama. Si por alguna extraña razón se despiertan temprano (la palabra “temprano” queriendo decir antes de las 2 de la tarde), la gente puede sentir la necesidad de hacer algo más que dormir. Así que, aparte de comer si es que no se sienten llenos todavía, está la opción de ver una o más películas. Normalmente, la gente prefiere ver algo ligero como una comedia, una película animada o incluso una película de acción. Los dramas no son muy populares en este día, a menos que sea una de esas películas que “hay que ver” y no la hayamos visto en todo el mes anterior.

Así que películas, comida y dormir en una cama confortable. Que más hay? Bueno, podrían haber visitas. Sí, no es el mejor prospecto para este día, pero miembros de la familia que no se vieron en las últimas horas o amigos podrían aprovechar el día para saludar y desear un feliz año, adems de ﷽﷽﷽﷽﷽udar y desear un feliz año, ademieron en las davde extraña razuno de los mejroes dMuchas veces, no es una opcis son esás de ver que hay de comer o de tomar por ahí si es que la fiesta de la noche anterior fue en tu casa. La mejor manera de lidiar con esto es ofreciéndoles una bebida y haciéndoles ver lo poco que te interesa que se queden. Lo entenderán eventualmente.

Y así es un primer día del año normal, en paz sin problemas ni preocupaciones. La gente evita estos últimos este día porque nadie quiere empezar el año peleando o discutiendo, menos aún por tonterías. La gente quiere empezar en calma, en paz y que mejor que haciendo lo que más les gusta, como un deseo de tener mucho de eso durante todo el nuevo año.

Ese es el primer día del año ideal para muchos pero no para todos. Algunos, claramente no la mayoría, prefieren salir y ver cuan pacifico puede ser el mundo cuando la gente no está en él.

Las carreteras son los lugares ideales para notar este día tan especial: no hay casi automóviles, ni buses, ni camiones. Así que tienes la idea de salir de la ciudad, es ciertamente el mejor día para hacerlo. Las estaciones gasolina funcionan con normalidad y muchos destinos como parques y otros, si no están cerrados, ofrecen precios especiales por el Año Nuevo.

Una buena idea es ir a acampar, caminar o escalar a un parque natural. Es la opción más relajante que se puede elegir aunque algunos parques pueden no estar abiertos al público. Eso sí, no se pueden hacer fogatas ni asados así que es mejor llevar comida enlatada o comer antes o después del paseo.

No hay nadie en el mundo que no disfrute lo maravilloso de un espectáculo natural como lo es caminar bajo el follaje de grandes árboles, ver animales que normalmente no se ven o, si el parque lo ofrece, apreciar la belleza de un lago o de un reservorio. En algunos sitios es incluso posible pescar, lo cual es una actividad muy relajante ya que depende casi exclusivamente de la paciencia.

Otra opción para este día es un poco similar pero para un presupuesto más apretado, si eso es posible. Se trata simplemente de ir a un parque y pasar la tarde allí con la familia. Aunque la posibilidad de que el sitio esté más lleno que un parque natural es bastante alta, la belleza de estar cerca de casa nunca es para ignorar.

Puedes preparar todo lo necesario para hacer un picnic y divertir con la familia comiendo algo ligero, elevando una cometa o jugando con un balón hasta que estés cansado. Claro que podrían solo caminar por ahí o acostarse en el pasto durante horas. Una de las cosas más bellas por hacer, no solo el primero de enero sino en cualquier momento del año, es contemplar las nubes y jugar con las formas.

Si eres un explorador innato, también está la posibilidad de vagar por aquellos lugares que normalmente están llenos de vida y usarlos como fondo para tomar fotografías, para tener así una prueba de cuan dramático es el cambio cuando se le quita la gente a un espacio. Es divertido explorar los lugares que conoces pero viéndolos de otra forma. La fotografías serán geniales.

La última opción es mejor hacerla con alguien que se quiera mucho, en parejas o grupos pequeños. Nada muy grande ni muy arreglado, solo gente que se sienta cercana la una a la otra para compartir un día que se siente especial. No hay que comprar nada ni ofrecer nada, solo caminar, hablar y compartir.

Porque, al final del día, eso es lo más importante: pasar este día y todos los otros días con las personas que más quieras en el mundo. No importa quienes sean, si amigos o familia… El punto es apreciarlos a ellos y que compartan un rato contigo.

Claro que siempre hay que tratar de buscar algo de tiempo para uno mismo., solo para pensar tus cosas, tu vida, las decisiones y todo lo demás. Esto también es algo que se debería hacer todos los días aunque en la temporada de fin de año adquieres algo de significado ya que se puede analizar todo lo hecho en todo un ano, 365 días de una vida.

Lo ideal sería escribir lo bueno y lo malo que te ha pasado en una hoja y también considerar todo lo has hecho por ti mismo, sin pensar si ha sido bueno o malo, solo si lo has hecho por ti mismo, para ti.

Sin embargo, el primer día del año no debería ser tomado como un día definitivo para nada. Muchas personas lo ponen como una meta, para tener más dinero o perder peso o ser más felices o estar más saludables. Pero todas esas metas son artificiales, te las pones tu mismo como retos personales de los cuales solo tu vas a estar pendiente. Nadie más sino tu está en esa carrera.

Así que, la idea, es ser menos trágico sobre este día que no es más que una casilla en el calendario. Nada va a suceder si no vences esas metas que te impones, nadie te verá diferente si pierdes peso o te dan ese trabajo ideal. Quien te ame de verdad te amará no importa que y se deciden dejarte es solo usando tus metas para hacer sentir mal, usándolas de excusa para salir corriendo.

El consejo sería solo vivir este día, y todos los días, al máximo. Sin esperar nada de nadie sino haciendo lo que te hacer estar feliz y en paz. El primer día de un nuevo año es simplemente el primer fragmento de un año, que es solo una medida de tiempo. Así que porque sentir afán, porque sentir que no hacemos lo suficiente, preocupándonos por algo que ya es lo que es y no cambiará?


En conclusión, tengan todos un muy feliz primer día del año y siempre recuerden sacar todo lo que desean de ustedes mismos y no de los demás. La llave para la paz física, espiritual y mental no está nunca en un nuevo año sino en nosotros mismos.