martes, 16 de febrero de 2016

Esa mirada

   El beso duró más de un minuto y solo se cortó por el sonido de una puerta a la distancia. No queríamos separarnos o al menos yo sabía que no quería dejar de tenerlo cerca. Pero la vida es así cuando queremos algo a veces lo que tenemos que hacer es dejarlo ir. Nos separamos, nos quedamos mirando unos segundos y entonces nos separamos, cada uno tomó una dirección y no nos volvimos a dirigir la palabra en varios meses.

 Lo curioso era que trabajábamos juntos. Es decir, trabajábamos en el mismo lugar aunque no interactuábamos mucho pues nuestros departamentos dentro de la compañía no tenían mucho que hacer entre sí. Nos cruzábamos con frecuencia en los pasillos o incluso en el baño pero jamás en reuniones o asuntos que tuvieran que ver directamente con el trabajo. Me di cuenta que, lo más probable, es que todo lo que había pasado era solo una consecuencia obvia del alcohol de la fiesta de fin de año y que no teníamos porque actuar ni decir nada al respecto pues había sido solo un juego o algo por el estilo.

 En eso me estaba mintiendo un poco porque para mí no había sido un juego y aunque sí había tomado varias cervezas, lo que hice con él no estuvo influenciado en lo más mínimo por el alcohol. Es más, yo a él lo había visto varias veces por la oficina y la verdad que lo notaba con facilidad por lo mal que me caía. Sí, me caía como una patada en el estomago pues era un tipo con una actitud algo pedante, a veces mirando a los demás con suficiencia. A veces pasaba por el cuarto de descanso y hablaba con otros de sus posesiones personales como automóviles y un nuevo apartamento. Era un niño rico mimado y me caía mal.

 ¿Entonces porqué lo besé? Supongo que porque podía, esa es una primera respuesta y creo que es suficientemente buena. No hay que estar locamente enamorado de nadie para besarlo y creo que hacía tanto tiempo que no besaba a nadie que pensé que bien podría ser él mi primer beso de una nueva temporada de besos que de hecho nunca comenzó o, mejor dicho, inició y terminó con él.

 Todavía lo veía por ahí, con sus comentarios y su ropa nueva y su… Ah, se me había olvidado ese detalle. Meses después de la fiesta de fin de año me quedé trabajando horas extra pues teníamos que entregar un proyecto de gran importancia. El caso es que todos hicimos lo mismo, horas pagas claro, y a la hora de salida, que fue hacia las diez de la noche, lo vi a él en uno de esos coches de los que hablaba siempre. Podría jurar que cuando pasé por ahí me miró pero yo no quise voltear a ver si así había sido. Solo cuando estaba ya un poco lejos decidí mirar y entonces vi que una de las chicas del trabajo entró en el coche y los vi besarse. Una sensación extraña recorrió mis piernas y sentí como si me hubieran echado agua helada encima.

 Tenía novia y la tenía desde mucho antes de que nos besáramos. No sé como no me había enterado, supongo que no soy muy chismoso, pero una compañera del trabajo me lo contó todo porque le fascinaba estar al tanto de todos los chismes. Me contó con pelos y señales como y cuando se habían conocido, el nombre de ella, su cargo y donde vivía y lo mismo de él. Que él iba a al gimnasio y remaba y hacia vela y ella pintaba en sus ratos libres. La pareja era tan perfecta que me daban asco.

 Sin embargo, lo más difícil de saber esa información era darme cuenta que había besado a alguien que tenía ya un compromiso. Mi amiga la chismosa incluso dijo que todo el mundo pensaba que en cualquier momento él le pediría la mano a ella y que se casarían y que todos estaríamos invitados. Yo, por supuesto, dudé de esa afirmación pues dudo que él me invitase después de lo ocurrido. A decir verdad siempre pensé que él no sabía que era yo a quien había besado esa vez pero confirmé pocos días después que eso no era así.

 Yo quería café y había llegado muy temprano a la oficina. Casi no había nadie y me serví de la cafetera una taza de café fresco y aromático que me puse a oler como si fuera lo más delicioso del mundo. En esas entró él y se me quedó mirando y pude ver como su rostro se tornaba rojo casi al instante. La verdad yo también lo miré mucho, pues me di cuenta que sí era muy guapo y que había raro en el ambiente, algo había que me hacía sentir extraño a mi y que supe que tenía que ver con el hecho de que él sabía bien quién era yo. Porque me saludó diciendo mi nombre y retirándose como asustado, sin tomar café.

 Además, y no sé como olvidé decirlo antes, el día de nuestro beso en la fiesta de fin de año tuve una sensación igual a la que tuve en la sala de descanso de la oficina. Mejor dicho, estoy seguro que sentí algo proveniente de él, un interés o una pasión especial, que no cualquiera sentiría por alguien a quien no conoce mucho. Tuve la sensación que él sabía quién era yo, en verdad sabía, y que además yo le gustaba. Nadie daba besos así a gente que solo besa por besar.

 Me torturé pensando en eso en mis ratos libres y para abril me cansé de la idea y simplemente dejé de pensar en eso y, es increíble, pero también lo dejé de ver tan seguido por la oficina. Y cuando lo hacía, ya no me interesaba en lo más mínimo y no me fijaba en él para nada. Para mi ese beso había perdido su significado y cuando mi amiga me contó del compromiso de él con su novia, no tuve que fingir ni una cosa ni la otra, simplemente me daba lo mismo. Nunca había sentido nada por él de verdad, solo curiosidad. Pero después, ni eso.

 El compromiso, según mi amiga que estaba obsesionada con el tema pues había sido invitada, era para junio. Querían aprovechar el buen clima de ese mes y que ambos saldrían a vacaciones para entonces. Tendrían unas vacaciones extendidas entonces y eso era la envidia de toda la oficina. Yo no estaba invitado y tenía mi mente en un viaje personal que estaba planeado con mi familia, nada que ver con compromisos o trajes o cosas de esas.

 Pero en mayo las cosas dieron un giro que no me esperaba. Era sábado y como muchos sábados estaba en casa sin hacer nada. Había pedido una pizza a domicilio y esperaba que llegase pronto pues tenía tres películas para ver y tenía muchas ganas de empezar. Claro que muchos irían de fiesta o algo por el estilo un sábado por la noche pero yo no. Era gastar mucho dinero y además yo me aburría tremendamente fácil en esos lugares entonces prefería comer y ver películas. Cuando timbraron hacia las ocho de la noche me apresuré por el hambre que tenía, me golpee un pie contra una mesa y casi no puedo contestar el intercomunicador. De la rabia solo dije siga y no dejé que dijera nada.

 Cuando timbraron a la puerta me estaba sobando el pie que todavía dolía. Abrí cojeando un poco y tomando el dinero de la mesa pero resultó que no era el repartidor sino el comprometido a casarse, mi beso de fin de año y mi compañero de trabajo. Estaba empapado y fue entonces que me di cuenta que llovía y por eso mi domicilio demoraba. Me pidió pasar y yo solo me retiré un poco y él siguió. Miró su entorno y se dirigió al sofá, donde cayó como si fuera de plomo.

 Cerré la puerta y me di cuenta que tenía lo ojos algo rojos y que no solo estaba mojado sino que sudaba. Me ofendió que se sentara así nada más, mojando el sofá pero en ese mismo momento él se disculpó y comenzó a hablar a toda carrera, explicando que había sacado mi dirección de la información de la oficina que él manejaba pero que la tenía hace mucho y solo venía hasta hoy porque la culpa lo estaba consumiendo por dentro y necesitaba dejar de sentirse así.

 A mi nunca me ha gustado el misterio así que le dije que no se preocupara, que solo había sido un beso y que no tenía ni que pensarlo. No era razón para que no estuviera en paz para casarse. Entonces él me miró y sus ojos estaban húmedos, más rojos que antes, y me dijo que el beso era solo una parte y que la verdad era que yo le gustaba demasiado y que no sabía que hacer. Yo, obviamente, quedé hecho de hielo y no reaccioné, cosa que lo puso a él más triste. Cuando pude moverme de nuevo, me senté en el sofá con él pero a una distancia y el dije que tal vez estaba equivocado.

 Me miró con rabia. Me dijo que era imposible que se equivocara pues sentía lo mismo hace meses. Yo le saqué en cara lo de la novia y me dijo que a ella la quería también pero que lo que sentía por mi era diferente. Agregó, que era el primer hombre que le gustaba en su vida adulta y que estaba muy confundido. Yo me di cuenta que era sincero y no supe que hacer más que ponerle un mano en la espalda y decirle que lo que necesitaba era tiempo para pensar, pues no podía hacerle daño a nadie por su confusión. Él me miró entonces y sentí de nuevo eso tan raro, que me estremeció internamente.


 El caso es que se fue al rato, cruzándose con mi pizza. A la semana siguiente mi amiga me contó que ya no habría boda y que la chica había renunciado a la empresa. Meses después, lo vi de nuevo pero esta vez en otro lugar, diferente y me invitó a tomar un café. Por algún lado se empieza, me dijo, mirándome de nuevo de esa manera en la que nunca, ni antes ni después, me miró nadie.

lunes, 15 de febrero de 2016

Stranded

   The situation was becoming more and more uncontrollable. Bodies had ben found everywhere now and people were starting to wake up, to ask questions and to really ask the questions that they should have been asking for years. They were protests all around, riots and even murders due to the revelations that had occurred recently. All wars, all confrontations of any kind, had been stopped. It appeared to have been a miracle but it had nothing to do with that. Miracles didn’t exist anymore, magi died and only truth was there to comfort the lives of so many people that now found solace in the new reality that was hitting everyone straight in their faces, in their families and communities. Everything was there and people had to take their stand.

 The director of intelligence reunited with the president that week. No one knew about that meeting except top officials in the government. The two men discussed the best course of action. As predicted, the intelligence leader wanted everything to be covered, to be hidden from the people and blame everything else for the deformed bodies that were being found. But the president knew very well that the people knew the truth and they weren’t going to throw it away just because two men said something that was obviously not true. They had to find the way to reveal the truth but in the best way possible. That was the idea of the president and he knew he had no choice in the matter.

 The announcement was done the following week and everyone in the country, and the world, was shocked in the most violent way. People knew but they still couldn’t believe it. It was too much for many and the predicted suicides happened, impossible to be stopped or prevented. Some murders too, in the name of so many things that people didn’t even understand. Others, in the other hand, turned to science and objective thought and tried to adapt to the new reality but no matter how smart a person was, the concept that they were dealing with was too grand, to big to understand in one take. It was obvious humanity would take several years or centuries or who knows how much to understand what was happening and its consequences.

 The first case, the newspapers said, had been the one of Michael Collins and his sister Colleen. They were two teenage kids that had wandered into a deserted area and had been the first to be found dead and deformed by a local policeman. The case was almost a cover up if it hadn’t been for the pictures that policeman took before his companions and members of military intelligence arrived. That case was twenty years old and the man had hidden the pictures for eighteen of those years until he decided he needed money and attention and revealed them to the world. However, the world thought it was a hoax.

 But months after he revealed his pictures, more images and proof started being revealed in other countries, less prone to cover ups. And then it happened, bodies began to pile up very high or so it seemed. They were everywhere, appearing in forests and rivers but also in homes and office building. There was a famous case when four bodies were discovered on top the tallest building of the capital city. No one ever knew how they got up there, especially because the bodies belonged to four farmers from a remote region. But there they were, deformed ad the rest. It caused so much sensation and fascination that it became the case that everyone went to when talking about the subject as whole.

 The medical colleges reunited to settle how deformed all the bodies were and which were the main characteristics. They agreed that the most obvious new feature on the bodies was the loss of both eyeballs on the victim and the elongation of the eyeball cavity by several centimeters. The head of every victim was also modified, now looking a little bit larger, to adjust to the new cavities in it. The mouth in all victims had dried up, the lips almost disappearing. The nose of many had shrunk somehow, probably asphyxiating them if they weren’t dead by then. All extremities were incredibly thin, as if they had been deprived of everything a human needed to live. And another shocking fact was that none of the victims had their sexual organs. Everything had been removed.

 When that report had been releases by the medical associations, even those that still did not believe in what was happening was caught by the amount of detail and proper investigation these men and women had done. They had checked over one thousand bodies for their report and had no way of being wrong or been exaggerated. Every single body had the same issues and one more, with which they closed the inform: every body was radioactive. They had discovered this by accident with one of them but then checked them all and every single corpse was deemed extremely toxic. Of course this was very bad news for the teams working on the matter.

 Every doctor and nurse was checked for radioactivity and no one was found to be seriously contaminated, although some did have some in their bodies. The government guaranteed they would be well taken care of by the state but no one believed in anything the government said anymore. Now it was obvious they had been covering everything up and people wanted head to roll. Elections were scheduled within the next month and a new party, founded by the people, won the election. The new president was one of the women that had done the autopsies on many of the corpses. People trusted her.

 But the new president was also bombarded with questions. What was happening and why was this happening? Were there new cases? Were there under some kind of attack? Of course, she was unable to answer any of those questions. She had no idea about any of that and the scientific community was as confused and restrained as the rest of the world. They had no idea how to deal with everything, trying to help people as well as they could but that wasn’t enough. Most were just shocked and would never be okay again. They had seen their family members die and didn’t know how and it was obvious there was something else beyond all of this massacre and mystery but it was difficult to figure out. That was until one last piece of the puzzle came to be.

 That piece was another finding of bodies. A large mass grave in a remote area. A native community had found it and all the forces of security converged there as well as the associations supporting the families of the victims. They wanted to know who was the victim now but they found out much more than that. They dug up a huge piece of the land, discovering not only human corpses, deformed as the other ones, but also animal corpses that had been horribly modified. Some people screamed when they saw those, unable to understand what would cause nature to mutate like that, to create some sort of monsters. The answer was close by and it was discovered by the end of that year.

 More bodies but these weren’t human. They were something else. They did not seem to have been dead for a short time and it was concluded they had died at least a thousand years ago but the other bodies were recent. It was a mystery no one ever solved but it didn’t change anything. Because the world confirmed what it already knew. Creatures from beyond the star were there and they had been killing people, no one knew if intentionally or not. Those bodies confirmed they had been there for a while and that maybe that had found a way to adapt to society. Maybe they had found a way into the human heart.


 Further investigations revealed that all the deformed bodies belonged to former extraterrestrials. Apparently, they had found a way to adapt their physicality to our own and had been living with everyone else for years and years. They had no sexual organs and it was confirmed that none of the victims had children, only adopted ones. How people overlooked that important fact seemed strange. But what was even stranger was that those creatures had been living on Earth for so long that they had to become humans. They had to turn themselves into something else because they had been left there, stranded probably. And people know begged them to reveal themselves completely but that didn’t have to happen because they were all dead and no one knew why.

domingo, 14 de febrero de 2016

Encuentro

   El rocío cubría gran parte del terreno, haciendo que cada pequeña planta, cada flor y casa montoncito de musgo brillaran de una manera casi mágica. La mañana en las tierras altas y alejadas del mundo era diferente a las del resto del planeta. Aquí parecía que todo se demoraba en despertar, tal vez porque el sol se veía a través de una cortina de niebla o tal vez porque no existía civilización en miles de kilómetros. Eso sí, muchas migraciones habían pasado por este lugar pero ninguna se había quedado, ninguna gente había decidido de hacer de ese páramo su hogar. Y era extraño pues había agua en abundancia y ríos donde pescar y animales que cazar. Eso sí el balance natural era frágil. En todo caso allí no vivía nadie.

 Los pasos de Bruno no fueron entonces escuchados por nadie, ni por mujer ni por hombre ni por niño, solo por algunas aves que parecían estar buscando insectos entre las plantas bajas y el ocasional venado que no huía, sino que pasaba alejado del ser humano. Se veían mutuamente pero se dejaban en paz. El venado lo hacía porque no conocía al ser humano pero podría ser peligroso. El humano lo hacía porque ya había comido y no le era necesario comer más. Esa era la realidad del asunto. Siempre la crueldad de una de las bestias es más poderosa que la de la otra y por eso es que hay depredadores y depredados. Bruno además tenía respeto por el lugar y por eso no cazaba a lo loco ni pisaba el musgo si podía evitarlo. Incluso en ese lugar perdido había piedras.

 Sus botas resbalaban un poco, sobre todo sobre rocas húmedas o sobre los terrenos mojados a las orillas de los ríos. Eran sitios de una belleza increíble y cada cierto tiempo recordaba su cámara y la sacaba para tomar una foto pero recordaba lo mucho que odiaba como el sonido al accionar el obturador rompía con la magia del sitio por unos preciosos segundos. Era como si se violara a la naturaleza tomándole fotografías, así que no lo hacía demasiado, solo cuando había algo que estaba seguro que no podría recordar después y que solo guardándolo en una imagen podría perdurar. Tenía fotos de varios ríos, de los picos rocosos entre la neblina, de un cañón profundo y negro y de los venados comiendo en la pradera.

 Fue cuando llegó a la cima de una de esas montañas de pura roca, queriendo ver si ninguna tenía nieve, que descubrió algo de lo más extraño. La punta de la montaña era algo plana al final y allí se sentó un rato, teniendo cuidando de no caer por la parte más peligrosa. Y fue sentándose que vio lo que creyó eran más rocas. Pero más las miraba y más se daba cuenta que las rocas parecían pulidas y casi podía verles una forma, como de ser vivo. Estaban a tan solo unos metros más abajo pero como todo allí era más lento, su cerebro estaba contagiado y se demoró un buen rato decidiendo si debía bajar a mirar o no.

 Cuando por fin lo hizo, descubrió que las rocas no eran rocas sino huesos. Había lo que era posiblemente un fémur, largo y casi pulido por el viento, unos pequeños huesitos regados por alrededor, que bien podían ser de la mano o de un pie, y un poco más allá un cráneo con un hueco en la parte superior. El cráneo pesaba bastante y se notaba que el hueco era producto de una caída o algún accidente, es decir, el animal que fuera no tenía ese hueco por naturaleza. Era un cráneo alargado, de cuencas oculares grandes y trompa como la de un perro pero más ancha, más grande. Y en la boca todavía tenía algunos dientes, todos afilados. Bruno se cortó tocándolos y fue cuando la magia se terminó.

 Nunca había visto un animal que pudiese tener ese cráneo, fuese en un libro o en fotos de los páramos. Ya mucha gente había venido por estas tierras y habían documentado todo o casi todo pero seguramente se les habría escapado uno que otro espécimen. Lo raro es que este animal debía ser grande y difícil de ignorar, así que se trataba de un misterio con todas sus características. Además, para reforzar lo extraño del caso, porqué estarían solo esos huesos y porqué casi en la cima de una montaña? No era un lugar común para que los animales viniesen a pasear. De hecho los venados siempre pastaban por zonas planas y las aves tampoco merodeaban por allí. Tal vez algunas cabras salvajes o algo parecido pero ese no era el cráneo de una cabra.

 Esta vez no dudó en tomar foto a todo y se sintió parte de esos programas de televisión donde investigan una muerte violenta. Casi quiso tener la pequeña regla que ponían al lado de los objetos para las fotos y ese exagerado flash sobre la cámara. Pero obviamente no tenía nada tan complicado y se conformo con tomar una veintena de fotos, las suficientes para mostrar bien el cráneo y los otros huesos que había en el lugar. Dejó el cráneo donde lo había encontrado y bajó la montaña hasta una zona más plana, con algunos árboles. Recordó que tenía hambre y busco por instinto sombra para poder comer. Pero sabía que eso era solo por costumbre pues allí todo siempre estaba envuelto en sombras, sin el sol que hiciese de las suyas.

 En su maleta guardaba algunos restos de pescado que había comido más temprano así como frutos secos y un termo lleno de agua fresca de uno de los muchos riachuelos de la zona. También tenía un par de duraznos pequeños que había encontrado al inicio del viaje y nunca volvió a ver un árbol similar. Seguramente una semilla había sido llevada hasta allí por alguna ave o un animal migrante. Comió también uno de los duraznos y tiró la pepa a una parte del terreno sin árbol. Le deseó buena suerte a la semilla y siguió su camino hacia la gran pradera a la que se dirigía desde hacía un par de días.

 Se suponía que era el lugar preferido por todas las especies de la región y eso era porque estaban protegidos del exterior pero también porque había comida y refugio. Era todo en uno mejor dicho. Pero algunos animales solo iban ocasionalmente, pues sabían que muchos depredadores merodeaban esa planicie para cazar y tener más de cenar que lo habitual. Fue todo un día de caminata extra para alcanzar la planicie. Antes tuvo que quitarse la ropa, bañarse desnudo en un riachuelo de agua congelada y lavar la ropa para quitarle los olores que tuviera. Estuvo tiritando por un buen tiempo pues en ese clima la ropa no se secaba con rapidez pero rápidamente se adaptó al clima y decidió seguir así desnudo.

 Se sentía más libre que nunca, pues podía moverse más ágilmente a pesar de tener su gran mochila a la espalda. Todavía tenía los zapatos puestos, así que no tenía que temer a las piedras con filo o a los insectos tóxicos. Cuando se acercó a la planicie dejó oír una expresión de asombro que nadie nunca escuchó y ningún animal entendió. Había algunos venados pero también veía, desde un punto alto, a un par de lobos acechando y a un zorro comiendo lo que parecía fruta. Había también unas aves grandes como perros peleando por los restos de algún pobre venado. Todo era entre roca y musgo y flores de todos los colores. Era hermoso, incluso viendo la muerte que cernía sobre el lugar. Era la naturaleza en sí misma y su magia en exposición.

 Entonces un sonido extraño rompió el silencio. El sonido venía de una zona en descenso, por lo que Bruno no podía ver que era. Tenía algo de metálico peor también de gruñido. Incluso parecía el sonido que la gente hacía cuando hacía gárgaras. En su mente, el explorador pensó en todos los animales que podrían hacer ese ruido, en toda criatura que fuese depredadora y viviese en este fin del mundo. Pero no había tantas opciones y entonces fue cuando vio algo que lo hizo agacharse detrás de un gran pedrusco y quedarse allí temblando ligeramente. Lo primero que pensó fue en tomarle una foto pero lo mejor era estar pendiente del animal y no distraerse ni atraer atención sobre si mismo.

 Se tranquilizó y miró de nuevo. El animal ya había subido la cuesta y los demás huyeron atemorizados. Solo los lobos se quedaron gruñendo y eso, por lo visto, no fue buena idea. La criatura se lanzó ágilmente sobre uno de ellos y lo destrozó. Bruno dejó salir un gritito y la criatura pareció escucharlo pues se giró hacia donde estaba él. Olió el aire pero al parecer decidió que tenía suficiente con la comida que acababa de obtener. Empezó a comer arrancando pedazos del pobre lobo y manchándose de sangre todo su hocico, que era más grande que el de un perro, y sin cerrar unos grandes ojos amarillentos.


 La criatura era, o parecía más bien, a lo que mucha gente llamaría dinosaurio. Pero no tenía la piel escamosa sino más bien con pelo corto y duro. Las patas eran garras y las delanteras eran alargadas y fuertes. La manera de pararse era tal cual la de los monstruos jurásicos de las películas pero no mucho más era similar. Lo extraño de todo, era que se veía hermoso, natural en ese momento. Era una criatura más y posiblemente Bruno era la primera persona en verla en mucho tiempo. Sacó la cámara, tomó una foto y ágilmente salió de allí despavorido, pero a la criatura eso no lo importó pues no sabía qué era un ser humano, ni le importaba.

sábado, 13 de febrero de 2016

Simmer

   Just the sight of the stretch marks in his arms, close to his armpits, was enough to make him swim abruptly and very fast, further into the ocean. He could see the people and the beach getting away, he couldn’t feel the bottom anymore and, when he stopped, he noticed he had passed the border marked by the buoys. He swam towards one of them and rested there for a while. He was very agitated because of the effort, his chest going up and down. It seemed he was having problem breathing. Shortly after, a lifeguard boat appeared and offered him help. But he was able to say that he didn’t want any and then swam towards the beach.

 It took him a little more time getting there, making a few stops along the way. The salty water of the ocean mixed with the salty water from his tears, but no one knew that or noticed that in the beach. No one really had seen him going that far, everyone was minding their own business, not caring if a guy just swam like a mad man. When he got to the beach, he stood on the edge for a while, cleaning his face and letting the water drip from his body. Then he walked up to one of the showers by the walkway and showered thoroughly there, he had sand all over the place. When he finished he walked up to the parking lot and changed by his car. No one was there to watch.

 After that, he drove home and there he ate one of those salads, the kind you buy in the supermarket and are already done for you. He was hungrier than a salad but he didn’t want to go out again and eat something else. He instinctively gazed at his arm but he had a shirt on now and didn’t bother to yank up the sleeve or anything. He just finished his salad and then sat in front of the TV and put some silly documentary about aliens. They were always on, always with some crazy theory. They were the best shows for him to sleep to because he didn’t really care what they were all about. He only knew he was really tired.

 When he woke up, the room was in darkness. He looked at his watch and just sat down, covered his face and then stood up. It was time to go to the gym. Once he got there, he realized he was too tired. He tried several machines in a very short time but he just couldn’t do much on any of them. He didn’t know if he was tired from his earlier workout or if he was just not in the mood to do any exercise. Even though he clearly wanted to leave, he made himself stay at least an hour. He didn’t wanted to waste time, even if he preferred to be home reading or watching TV or doing whatever else felt more attractive than being in a gym, not being able to do much. Again, in that place no one really looked at him and he luckily wore a sleeve shirt too. Somehow he had never been a sleeveless shirt type of guy. He just wasn’t many things…

 When he finally came out of the gym, he intended to go and eat another salad in his home but he chose, instead, to go and walk around for a while. He was very close to home but he didn’t wanted to go there just yet. He wanted to think for a while or maybe not think at all. He just wanted to keep moving because when he stayed still he began torturing himself and he didn’t wanted that at all. He walked looking at the people going up and down the street, some were alone and others were in couples or even in groups. Some seemed happy and others not so much. Some were in a hurry and others just sat in the benches and just were there, not doing much more than looking at the cars and at the people, like him.

 He stopped to check out many store windows, some of them selling toys, others videogames or home appliances or even art. The street on which the gym was located, the same that passed near his house, was very commercial and active. And as the night progressed, more and more people popped all over the place, entering bar and restaurants, greeting people with hugs or only a cold handshake. It was Saturday night after all and everyone was out and about, no one wanted to be alone at home and he was certainly one of those. Normally he wouldn’t really care but this time was different. He felt he needed to stay outside for the remainder of the night because if he went back home he would do the same thing he did every time his thoughts cornered him.

  People never really watched, never really cared. They always excused themselves on a false sense of modesty or on a fake respect that no one ever asked of anyone. When he exercised in the gym the first few months he had a trainer. She was very strong and beautiful. He knew she saw the marks on his forearms, on his forehead. They were difficult not to look at if one really thought about it but she never mentioned anything and they saw each other everyday for at least three months. How could she not say anything? Did she really not mind or was she appealing to that false sense of respect that no one ever asked for? It’s not that he wanted to be asked but at the same time he did, he needed to be recognized.

 But no one had ever asked, no one had ever been interested. Besides he was very good at curing himself, he knew how to do it in order for anyone to miss the obvious marks. But nevertheless, they were obvious and anyone could have seen the problems, what was bubbling below his surface, that emotionless face and the stretch marked arms and the tired body. Everyone knew but no one cared. He was aware with that everywhere he went, even in that street, walking among people that seemed to be having an ice time with each other, that looked like they couldn’t care less about what happened beyond that place.

 He stopped at a small park and realized he had passed his home several blocks ago. He turned around but as he did, a voluptuous figure appeared in front of him. He didn’t really want to have that interaction, not then. It is common that the only people that see those in the shadows are people in the shadows themselves and these people really were. The police, the city officials and the neighbors all knew about it but no one really did anything to prevent it. Prostitutes had taken over and had taken the park as their place to work and get work. The lamps were not as bright as they could have been and some places were just very dark at night. Not only prostitutes hid in the shadows and he knew that well.

 Before she could offer him anything, he told her he wasn’t interested. She walked closer, in order to get in his way. She was very tall and had very strong legs and a wide chest and back. But she had the most luxurious head of hair he had ever seen on a prostitute. He repeated himself, told her he wasn’t interested. She then explained what she could do for him, what she liked to do and what he might like to do. She got neared but he took a step back. She smiled and he didn’t and she put a hand on his shoulder. It was a heavy hand and he felt as if he had sunken a couple of centimeters because of that hand. She assured they would have the best time ever and that she wouldn’t charge him too much. But the think her arm, pulled her hand off him and told her he wasn’t interested.

 This time he walked away and heard the prostitute insulting him and saying a bunch of derogatory terms, one after the other. She was like a machine of insults and, it had to be said, she was very creative about it. He tried not to hear any more that meant that he had a small penis and just walked home as fast as he could. It was late and the weather outside got very cold without him noticing. When he got home he took off his gym clothes and put on a pajama. Again, he turned on the TV and tried to watch some documentary about sharks, then a movie about some teenagers lost in an island and finally some cartoons. But the thought was already there and he couldn’t get the image out of his head. He had to do it, he had no option.


 Hours later, he was in his bed, head on the pillow looking up but with his eyes wide open. He was shaking and his arms were slightly opened, as if he was playing to be an angel of sorts in his own bed. But it wasn’t an angel one would have thought of when looking at the large blood stains in the blankets. They were rapidly expanding, forming the wings of the possible angel. But no real angel could have been found there. He closed his eyes to sleep and, this time, he cried again. He understood this was the day in which it finally got to him, in which he lost his grip on everything. He was finally lost and there was no one that could save him. Then again, there was no one at all.