viernes, 14 de octubre de 2016

En ropa interior

   Cuando las luces se apagaron y alguien me pasó una bata para que no sintiera frío, me di cuenta que nunca hubiese esperado estar en un lugar como ese y menos haciendo lo que estaba haciendo. Mientras la gente recogía cosas frenéticamente a mi lado, yo caminaba por entre los equipos mirando el techo y las paredes del majestuoso salón. Seguramente lo habían usado hacía muchos años como salón de fiestas o como lugar de reunión de la familia. Era un habitación con techo muy alto, paredes finamente decoradas y varias ventanas rectangulares, hasta el techo.

 Se me acercó la asistente del director y me dijo que las tomas de exterior ya se habían descartado por completo. Era lo obvio con la cantidad de lluvia que caía. Dentro del edificio parecía una cueva pues habían apagado las luces y de afuera casi no entraba nada. La magia se rompió el momento que alguien prendió la luz y todo quedó como aplastado contra las paredes. Así la habitación ya no estaba tan hermosa, no se veía ni tan grande, ni tan majestuosa ni nada. Se veía casi como cualquier otra habitación de casa antigua.

 La asistente me dijo que podía ir a la habitación que me había asignado para cambiarme al siguiente atuendo. Serían las últimas fotos y terminaríamos por completo. Eso me hacía feliz y a la vez no porque quería decir que ya se acababa esta increíble aventura que todavía me costaba entender. Estaba cansado de mantener poses y de tratar de no reír o de no hacer nada inapropiado pero la verdad era que había sido una oportunidad tan única que lo que podía sentir de verdad era mucho agradecimiento por la manera en que habían confiado en mi.

 Todo empezó porque yo estaba desesperado. Llevaba más de un año buscando trabajo y no encontraba donde meterme. Al comienzo, por mis experiencias pasadas y mi educación, me limité a buscar trabajos que casi estuviesen hechos a mi medida. Fui a varias entrevistas y en todas, al parecer, siempre había alguien más impactante, que hablaba más basura de una manera u otra. Eso los convencía y elegían siempre al de la personalidad explosiva y nunca a alguien con la experiencia y el conocimiento que yo tengo.

 Siempre pensé que ser modesto con los conocimientos adquiridos es una estupidez. Si uno sabe algo que los demás no o conoce el mundo un poco mejor, no tiene nada de malo hacerlo ver. Eso sí, tampoco se trata de usar eso para ser malo con la gente o algo así. El caso es que por mucho que supiese de la vida y del mundo, nadie quería contratarme y estaba muy desesperado porque no tenía dinero para nada. Vivía con mi familia pero esa era otra situación que podía ponerse mal cualquier día porque ellos pensaban lo mismo que él: ¿Cuándo se irá a hacer su vida?

 Pero el mundo no quería ofrecerme ninguna de las oportunidades disponibles. Tuve que bajar la cabeza y buscar trabajos pequeños, haciendo cualquier cosa. Hubo un tiempo que trabajé medio tiempo en una tienda de helados y el resto del día doblaba ropa en una gran tienda por departamentos. También limpié los pisos de una oficina en las noches y trabajé en uno de esos centros de llamadas donde se reciben pedidos de domicilio del otro lado del mundo. Cada uno de esos trabajos era temporal, por pocos meses. Y la paga era miserable.

 Con lo poco que tenía no me alcanzaba para vivir solo. De hecho, escasamente me alcanzaba para comprar las cosas necesarias para la vida diaria como desodorante, cargar el celular y cosas por el estilo. Era muy triste y hubo un momento en que seriamente consideré que mi suerte siempre había sido la misma y que más valdría muerto que vivo. Afortunadamente, ese fue un pensamiento de pocos segundos y nunca se hizo fuerte ni real.

 Fue mucho después cuando, tomando algo en un bar, escuché a dos personas hablando de cómo pagaban muy bien por desnudarse frente a una cámara. Los que hablaban del tema obviamente jamás lo habían hecho y lo decían más como para hablar de algo curioso e interesante. Pero a mi me interesó de verdad pues era una de esas opciones que no había contemplado. Busqué en internet hasta que di con el nombre de una agencia que proveía ese servicio. Los contacté e hicimos una cita para el día siguiente. Se supone que solo hablaríamos.

 Mi sorpresa fue que me pidieran desnudarme a los cinco minutos de haber llegado. Según el encargado, tenían que ver que si pudiese registrar bien en cámara. Yo, como un tonto, accedí. Hice lo que ellos llaman una audición y por ese día terminó todo. Yo me sentía muy extraño al haberme quitado la ropa frente a unos tres desconocidos que lo único que hacían era decirme que hacer pero de la forma más seca y desinteresada. Creo que notaron mi incomodidad porque nunca me llamaron ni me contactaron de vuelta. Sin embargo, eso me llevó al presente.

 Un hombre me contactó de otra agencia y básicamente me decía que sabía la “audición” que había hecho para otra compañía pero que quería que hiciese una para la suya. Yo me puse nervioso y le confesé que yo no era modelo ni actor ni nada por el estilo. Yo solo estaba desesperado por buscar trabajo, algo estable para poder tener una vida propia y digna. El hombre insistió y le dije que sí porque, al fin y al cabo, nadie más me estaba brindando ningún tipo de oportunidades así que no tenía nada que perder.

 El lugar al que fui al otro día era muy distinto al de la primera vez. Ese sitio era básicamente una casa con ciertas habitaciones adecuadas para funcionar como oficina. En cambio la de Carlos, mi actual jefe, es en un edificio renovado que funciona exclusivamente para su empresa. El primer día que fui estaba muy nervioso porque no sabía que esperar. No sabía para qué estaba allí, solo que la persona que me había llamado sabía de las fotos que me habían tomado el día anterior. ¿Habría visto esas fotos o solo le habrían comentado mi experiencia?

 Cuando por fin me hicieron pasar a su oficina, Carlos me explicó que ellos tomaban todo tipo de fotos para varios tipos de publicaciones. Aunque sí hacían desnudos, trataban de que no fueran grotescos y más que todo artísticos. Pero no me había llamado a mi para eso sino porque le estaba urgiendo una persona que modelara una nueva línea de ropa interior. El problema que tenían era que necesitaban modelos variados y no el típico hombre muy alto y lleno de músculos. El cliente quería hacer énfasis en que todo el mundo puede usar su producto.

 En el momento no supe si sentirme bien o mal al respecto de lo que me dijo. Pero la necesidad tiene cara de perro y de uno muy maltratado, así que acepté hacer una prueba ahí mismo. Me tomaron muchas fotos y de nuevo alegaron que me contactarían si pasaba cualquier cosa. Casi me caigo de la cama cuando, al otro día muy temprano, me llamó el mismo Carlos para decirme que mis fotos le habían gustado mucho al cliente y que me quería para más fotos. Y así fue como resulté en este hermoso edificio vestido con solo ropa interior de varios colores.

 Nunca he sido modelo y la verdad siempre había tenido una relación un poco extraña con mi cuerpo. Mejor dicho, siempre pensé que podía ser mejor. Durante mucho tiempo hice ejercicio para mantenerme distraído y no enloquecerme por la búsqueda de un trabajo que parecía no existir para mi. Nunca hubiese pensado que ese cuerpo que muchas veces me había dado pena mostrar en una playa o en un piscina, iba a ser el que tendría la clave para que yo pudiese empezar a salir de mi casa a vivir mi propia vida. Es que se me olvidaba decir que pagan muy bien.


 Las últimas fotos fueron al lado de un ventanal hermoso en una escalera de caracol muy amplia y lujosa. Era un lugar fantástico. Cuando terminamos, Carlos me agradeció y me dijo que teníamos que hablar sobre otros proyectos. Yo asentí feliz pues él se había ganado mi confianza. De la nada también salió un hombre rubio alto de barba que me abrazó y me dijo muchas cosas bonitas, lo que me hizo sentir algo incómodo. Resultó ser el diseñador de la ropa interior que me prometía un lugar en su nueva línea de ropa para el verano y la playa. Acepté sin dudarlo.

jueves, 13 de octubre de 2016

Movie legend

   The cameras were rolling and everyone was silent on the set. No one dared to speak or even breathe loudly. They all knew how difficult and expensive that scene was, so they wanted to make sure that everything went perfect on the first and, hopefully, only take. Heavy rain was falling, as predicted, and everyone seemed ready to go. The scream of “Action” had to be repeated into walkie-talkie because no one could really hear anything. The first ones to move were the cars, then the extras running from one place to the other. And then, the leading man appeared.

 He walked into the center of the square and waited there, in silence, with a red rose in his hand. Everyone was counting, without making any noise, until ten. Ten seconds was the magic number fro the leading actress to appear on the far end of the square. She would then run into the arms of her lover and they would kiss. That was how the scene should have gone but not how it actually went. They waited ten, fifteen seconds and then a whole minute but no one appeared on the far side of the square. Soddenly someone did appear but it wasn’t her.

 The person was her assistant. She was escorted by the nurse they had on set, as she was bleeding a little from the head. She had a very nasty purple circle and a cut. Production was halted. The woman got nearer and they heard her scream “She’s out, she’s out!”. What she actually meant was that the star of the movie had run away from her trailer by knocking her assistant unconscious. Apparently she had caught her off guard and struck her with some sort of glass bottle she had around. The director couldn’t believe what he was hearing.

 Of course, production was halted for the day. The “money shot” would have to wait as the actress was essential to the success of that scene and of the whole movie. Every single person that worked in the movie had to look for her: around the set and in every single cornet of the city they could think of. What made things harder was the fact that they didn’t really talk the local language so it was very difficult to speak to anyone or make themselves be understood. So they had to cut her face from magazine or other places to make sure they knew who they were looking for.

 But no matter how many people got involved, finding the woman they were looking for proved exceedingly difficult. They had to halt the production for another day and the company that was financing the film was not happy at all. Each day they did not work was a day thrown to the garbage, along with thousands or even millions of dollars. The permit to film on that square had been very hard to get and now they would have to get another one, if they found the actress and if that government allowed to close the square off a second time.

 For the producers the money aspect was a disaster. But it got worse when the magazines and the entertainment industry learned of the disappearance of their leading actress, Valerie Ríos. She had been the face of so many amazing movies, she had even been nominated for several awards as, one of her first ever performances, had captured the hearts and minds of every single person in he world. She was one of those girls whom everyone knew was going somewhere. She had a lot of potential and a charisma that few other girls had.

 In every single magazine article, they wondered about why and how exactly she had escaped. That was a major thing because the production insisted that she hadn’t fled or anything but rather “stepped out” of the set. The media however preferred to say she had run way and they had a very nice way of explaining that by running interviews with her assistant once and again and again. Of course, the woman was fired because she wasn’t supposed to be telling gossip about people on the film, but once she had talked it was much too late.

 After the third day, the production company decided that it was for the best to shut down production and put the movie away for an indeterminate amount of time. As the movie was almost finished, they couldn’t just replace her. And the scenes had to be shot in such a way that people would noticed right away if they used some kind of visual effects aid. They had to shut it down, which was a very hard decision because of all the problems that brought, especially relating to payments and so on.

 Valerie went from being one the promises of the industry to be universally hated all over the globe. Every single person thought it was at least disrespectful to have done what she did, leaving her job out of the blue and hurting someone in the process. There were even some that advocated for her to be sent to jail once she was captured. Yes, they were already considering her a felon, a criminal and there were many voices putting pressure on the police for them to actually look for her as someone who had done something wrong.

 But the thing was that, once the assistant was checked by professional in the police department, they determined that the way she had been struck in the face didn’t really coincide with someone with the strength of Valerie striking her with a glass bottle. Many experts considered all the options but it was the assistant that, after considerable pressure from all sides, decided to confess Valerie hadn’t done any of that. It was her who had done that to herself to make the scene more violent and to ride onto Valerie’s fame and mistakes.

 People’s love for Valerie returned briefly after the assistant’s confession but it didn’t lasted long because there was no one to actually receive all that love. Many people wanted her back. Not only the companies she had something to do with but also many of her peers in the industry. None of them could understand why she had disappeared like that and it was even more of a mystery to imagine where she could be hiding. No one seemed to know anything at all.

 Her family was also harassed for many weeks. Many were sure they knew everything about their daughter’s plan and thought they knew where she had gone. But the truth was her family was devastated. Every time cameras arrived to their home, the mother would start crying because of how hard it was for her to confront her daughter’s disappearance. As far as she knew, her daughter could be dead. They really had no idea and it was a great thing for them when the media stopped dropping by and the hype around the news went down.

 A year passed and the executives in the studio decided they sue Valerie, even if she wasn’t there to pay. It was the only real way they had to try to make up for the huge losses they had because of her disappearance. It wasn’t and exaggeration to say that because of her, the company was having some serious financial problems. Many saw them as too permissive and as the real reason why she had left filming. Some even thought they had mistreated her somehow and that’s why she had decided to leave in such a strange way.

 Suing her, of course, didn’t amount to nothing. The production company decided to actively pursue other projects and the year following Valerie’s mysterious disappearance, they released a movie that was universally loved by the audience and the critics. The movie was so good that it won every major award that season and the studio soon forgot everything that had to do with their past production. They were able to make huge amounts of money, enough to pay the many debts they had acquired with insurance companies and so on.


 Valerie never resurfaced. From time to time, people would say she was alive. Some said they had seen her in a remote beach in Thailand and others claimed she was working as a waitress in a café in Florence. Some men even confessed to have been her lovers but they were soon uncovered as liars. Nobody was ever found and no real account of where or how she managed to escape without being noticed was ever found to be 100% accurate and possible. She became one of those movie legends but for all the wrong reasons.

miércoles, 12 de octubre de 2016

Superhéroes

   Todo el mundo recordaba con claridad el día en que los superhéroes decidieron quitarse sus máscaras y revelar sus identidades. Fue algo increíblemente chocante pues sucedió casi al mismo tiempo en cada rincón del mundo. Al parecer, lo habían planeado así para que pudiesen estar todos untos en semejante momento tan difícil para cada uno de ellos. Al fin y a cabo, era su identidad la que estaba comprometida. Al revelar sus identidades, sabían bien que ponían en peligro a las personas que más querían en el mundo.

 El problema era que, desde que habían surgido hacía ya algunos años, la gente había empezado a perderles confianza, al punto de preferir no ser rescatados por ninguno de ellos, pues en muchas ocasiones la cantidad de daño que hacían era muy superior a la cantidad de ayuda que proporcionaban. Por supuesto, no era algo que hiciesen a propósito. Lo que pasaba es que había cada vez más héroes jóvenes y esto significaba que tenían menos experiencia de campo. Muchas veces no sabían muy bien que hacer y entonces ocurrían las tragedias.

 Los gobiernos fueron quienes se reunieron, a puerta cerrada, y decidieron que la única manera de que la gente estuviese a salvo todo el tiempo era manejar todo lo que tenía que ver con los superhéroes. Es decir, que ellos dejarían de involucrarse por su cuenta y pasarían a ser enviados especiales de cada uno de los gobiernos. Serían los cuerpos gubernamentales quienes asignarían a cada uno de los héroes a situaciones delicadas. De esta manera enfocarían sus esfuerzos y poderes en las situaciones donde más los necesitaban.

 El problema que veían los héroes era que, de esa manera, no podrían ayudar a la gente en misiones pequeñas y urgentes como alguien ahogándose o cosas por el estilo. Esperar a ser autorizado para actuar podría ser para muchos la diferencia entre la vida y la muerte. Además estaba el punto del registro, en el que los gobiernos instaban a los héroes a revelar su identidad para así eliminar el factor “vigilante” y tener una situación de confianza total entre las personas, los gobiernos y los superhéroes. Estos últimos, no estaban nada convencidos.

Hubo algunos que decidieron retirarse en ese mismo instante. Es decir que jamás ayudarían a nadie más porque no deseaban quitarse la máscara y revelar quienes eran. La mayoría de los que hicieron eso tenían razones de peso: durante sus muchos años de peleas, habían logrado establecerse en alguna parte y formar una familia, algo que la mayoría de héroes no se planteaba ni remotamente. No querían sacrificar algo que les había resultado tan difícil de conseguir y menos por un sistema que tenía más fallas que soluciones, según ellos.

 Los que no se retiraron de todas maneras eran bastantes. Muchos eran jóvenes y, o no entendían el alcance de lo que les pedían o simplemente no tenían nada que perder. Era algo trágico pero había muchos de ellos que no tenían familia. Sus poderes habían surgido de situaciones difíciles y algunos ya habían perdido todo lo que hubiesen querido conservar. Veían lo de revelar su identidad como un paso más y no como un problema o una solución. Mejor dicho, les daba igual.

 El día que revelaron sus identidades, la gente se sorprendió con muchos de ellos y con otros la reacción fue de apenas sorpresa. A muchos se les notaban sus cualidades de superhéroe pero otros en verdad fueron una sorpresa porque no parecían del tipo de persona que se sacrificaría por otros. Durante semanas se le puso atención a la noticia y casi todos los días se hablaba en los medios de alguno de ellos, sin su permiso. La excusa era acercar los héroes a la gente pero lo único que querían era vender periódicos y revistas a costa de otros.

 Los gobiernos acordaron premiar a cada uno de los héroes con medallas de servicio a la comunidad. De esa manera, pensaban que podían ponerlos completamente de su lado y tratar de opacar los comentarios que hacían en los medios de cada uno de ellos. En todo el mundo sucedió lo mismo y se notaba que no era algo que fuese a terminar en un futuro próximo. De la nada, la gente estaba obsesionada de nuevo con los superhéroes ahora que sabían quienes eran. Querían hacer parte de la discusión y por eso todos contaban sus historias que tuviesen que ver con uno de ellos.

 Era de esperarse que la participación de héroes en enfrentamientos o en misiones de salvamento se redujo considerablemente. Los gobiernos limitabas de manera tajante la participación de ninguno de ellos a menos que de verdad fuese necesario. Por eso cuando uno ellos ayudaba las cosas se ponían difíciles pues la gente se amasaba para tomar fotos y pedir autógrafos y no dejaban que el héroe en cuestión hiciese lo que debía hacer en el momento. Las personas siempre habían sido una distracción pero ahora era cada vez peor.

 Además estaba el acoso fuera de los campos de batalla. La gente se obsesionaba con los súper y lo que hacían era averiguar donde vivían y que hacían en su vida diaria. Aparecieron en internet miles de fotos de muchos superhéroes en varias situaciones, la mayoría una clara evidencia de invasión de privacidad. Muchos de ellos denunciaron el hecho pero los gobiernos les respondían que ahora eran propiedad del estado y también del pueblo por lo que no había nada de malo en que tuviesen seguidores, por muy insistentes que fuesen.

 El verdadero problema vino cuando grupos de personas que siempre habían odiado a los superhéroes se reunieron y decidieron actuar. Aunque de esos grupos había en todas partes, uno en particular debía ser notado. Eran más que todo hombres de zonas alejadas, no urbanas, que creían que los seres con poderes extraños eran algo así como acólitos del diablo. Por eso decidieron buscar en sus regiones a cualquiera de ellos y encontraron a un joven que solo había participado en algunas misiones pero que no tenía la experiencia de los héroes más conocidos.

Sin embargo, eso no le importó a la turba enfurecida. Lo rastrearon sin que él supiera nada y una noche invadieron su casa, ataron a sus padres y se los llevaron hacia el bosque. Durante toda la noche lo patearon, lo golpearon y lo azotaron con ramas para obligarlo a revelar sus poderes. Ellos no entendían, o no querían entender, que sus poderes eran de la mente como leer pensamientos y cosas por el estilo. Ni siquiera podía influenciar las mentes porque no tenía tanta práctica. La turba lo acosó hasta que el chico no resistió más y reveló un poder que no sabía que tenía.

 Algunos de los secuestradores resultaron heridos pero eso no fue lo más grave. El jefe del grupo se asustó terriblemente y lo primero que pensó, y que luego hizo, fue apuntar al chico con una pistola y dispararle toda una ronda de balas. Por supuesto, el joven con poderes murió al instante. Sin embargo el grupo se dio cuenta de que eso había sido mucho más de lo que se habían propuesto hacerle. Ellos solo querían acosarlo y hacer que se fuera de su región.

 Dejaron tirado el cuerpo en la mitad del bosque, esperando que nadie lo encontrara. Sin embargo, la familia fue encontrada amarrada y ellos denunciaron a la policía que uno de los suyos no estaban en la casa. No demoraron mucho en encontrarlo, todavía lleno de sangre y casi irreconocible por la cantidad de disparos. Al llegar la noticia a los medios, hubo revuelo instantáneo, sobre todo de los héroes que ahora vivían expuestos a que todo el mundo supiese quienes eran. Exigieron protección del gobierno y garantías pero los gobiernos eran lentos.


 Muchos decidieron volver al anonimato o renunciaron por completo a su carrera como superhéroes. Se perdieron entre los miles de millones de personas en el mundo y nunca más se supo de ellos. Lentamente empezaron a morir más personas por todas partes, pues nadie los rescataba de desastres naturales o ataques humanos. El mundo de los superhéroes ya no existía pues la misma gente lo había querido así- Y ahora se arrepentían pero eso ya no servía de nada. Era muy tarde pues esos seres especiales habían entendido que no eran más que ciudadanos de segunda clase.

martes, 11 de octubre de 2016

Moving on

   As soon a he entered the premises, every single employee was requested to stand still in front of their assigned spaced and smile at him as he moved through the maze of corridors that made up the wellness center. Every single worker knew who Vladimir Natarenko was: the biggest name in boxing in the last decade. He had just defeated his closest rival. In doing so he had become the world’s champion and more than one woman was craving to get close to him. Not only he was very attractive, despite all the cuts, lacerations and so on, he was obviously getting wealthier by the second.

 Carmen stood still in front of her assigned room and waited for the big guy to pass. She wasn’t specially thrilled by the prospect of seeing him or anything. Of course she thought he was really attractive but that day she had receive news from the mortgage on her house and she was in desperate need of money. The one thought on her head was all about asking her boss for help, for a certain amount that she could pay with work or something like that. The center did very well and Mr. Crane was a very nice man that did the best for his workers. She trusted help would come from him.

 Vladimir finally passed in front of her door but, she was too distracted when he greeted her, smiling with his beautiful cherry lips and his big blue eyes. She just gave him her hand and shook it. Vladimir looked at Carmen as he walked away, being moved by his manager. She didn’t even notice him at all. She just went into her room and decided the best moment to ask for money was during lunch, when most people were outside of the building. She didn’t want anyone to know. It was partly because she felt embarrassed but also because it wasn’t their business.

 Trying to focus on her job, she organized her station and received her first costumer of the day. It was a very thin girl who started talking as soon as she walked in. As always, Carmen turned on some music, lit up an incense stick and asked the costumer for her favorite body oil from those she had available. Then she put on the oil on the person and the massage session would begin. They lasted for around forty minutes but people could ask for longer or shorter ones, depending on what they needed, if they felt pain somewhere in particular or anything like that.

 The girl was an actress and she just went on and on about her career and how it was very hard to get the right role and how sometimes she had to do things she wouldn’t normally do. The woman could have told Carmen all the secrets of her craft but she wouldn’t have listened to any of them. She did her job well but her mind was absent. Her hands glided over the girl’s body and sometimes she needed but that was the only way to know she was still, kinda there. Losing her house was too big of a deal to care about anything else.

 The same happened with the other two clients she had that morning: she was so distracted that, when the second one (a tall guy, very handsome) asked her for her number, she told him that it was a pleasure to have had him and just pushed him out the door. She really didn’t have time for men at that point in her life. She needed a miracle to happen in order to help her survive all the difficult things she was going to face if her house was taken away from her.

 What hurt her the most was the fact that she had inherited that house only two years ago, when her parents had died in a tragic car accident. They were traveling by car in order to have a relaxing weekend and a truck just rammed them on a very tight curve. She would always remember the day a policeman called her and bluntly told her that they were dead. She had wanted to know who he was to punch him and teach him how to have a heart. But she never knew who he was and maybe it was for the best. She was in no state to do anything.

 Thankfully she had that job and they paid better than in other places but still not as much to pay all the bills. At first, she had thought the house had been a very nice present from her parents but soon realized she would have many more financial responsibilities and Carmen was not ready to assume all of those. She barely made enough money to support herself, so paying bills for a house too big her was not easy on her. Many told her to sell it as soon as she had received it but there were too many memories and she was still in deep mourning.

 Now, years later, she had moved on. However, she still thought the house should stay with her and maybe use it one day to raise her own family. She thought of that as a tribute to his parents and her family in general. So when lunchtime came, she almost ran to Mr. Crane’s office. Her secretary asked her to seat down and wait until he was available and she complied but it was very difficult to sit still, repeating in her head what she thought were the right words to phrase her request. Her hands were now moist with sweat and she had to clean them on her jeans.

 The secretary finally told her to go in and she did so by trembling all the way to the door. She greeted her boss and he asked her what it was that she needed. She realized he was in a mood and that made her doubt for a second. Bu then she started talking, very fast, telling the whole story of the house and her financial situation. When she finished, her boss told her he was glad she was so honest. However, he confessed the business was not doing so well so he was unable to provide her with the money. He told her he would try to help her out with something but further along in the year.

 As she stepped out of the office, Carmen felt her knees shaking like crazy. Her boss had been kind, as always, but the answer she had received was obviously was not the one she had desired. As she walked to her station, she realized how obvious it was that he wasn’t going to give her any money: he was right, no one was coming to their spa. Well, maybe that was an exaggeration but the number of clients was diminishing. She used to have up to eight clients in the morning, now that was down to three, sometimes even only two.

 Carmen realized two things as she walked slowly through the corridors: the first thing was that she wasn’t hungry at all. She had brought a big salad from home but she had no time for food right now. And the other thing was that her only solution now was to sell the house she had grew up in. As hard as that decision was, it was the only possible one, unless she wanted to be jailed for not paying all of her debt. It was a horrible choice to make but her time had run out.

She stepped into her station just in time: tears came running down her cheeks and she covered her face as she squat on a corner of the room. She felt miserable. Not only sad but also very disappointed on herself. She felt ashamed of losing her family heritage and also because her life hadn’t taken her anywhere. She lived from massages and on the weekends she did the same thing for anyone who would call and she was getting very tired of all of it. She was getting tired of her life and that she was always, apparently, on the brink of losing it.

 Suddenly, she felt a hand on her forearm. As Carmen looked up, Vladimir’s big blue eyes looked down on her. He asked her what was wrong. She stood up fast and cleaned her face, in a vague attempt to pretend nothing had been going on but he interrupted her by saying he had been there the whole time as his next stop in the spa was getting a massage. He had been lying in there for a while when she came in. Carmen was embarrassed and tried to apologize but instead, Vladimir asked her o tell him what was happening. Surprisingly to her, she started talking.

 As Carmen kept talking, she indicated him to lay down for his massage. It was the first time it was her talking during a session and not the other way around. The best thing was that he seemed to ask all the right questions and seemed genuinely interested in her problem. When she finished, and the session was done as well, Vladimir told her losing the house might be for the best, as her parents would always live in her heart and mind and not in the house. With those words, he left with a smile. Silly enough, that session and those words were exactly what she needed.


 And the big tip he left her, too. Help comes in the most unpredictable packages.