Por alguna razón, era como si la imaginación
se hubiera acabado. Siempre los mismos sueños, casi siempre en el mismo orden y
sin ningún cambio significativo. Era como si mi cerebro quisiera que aprendiese
algo con esas imágenes pero la verdad es que no se parecían a nada que hubiera
vivido. Tal vez a cosas que sentí alguna vez pero como recordar todo lo que se
siente, a menos que deje marca de una u otra manera. No recordaba de donde
podían venir tantas escaleras y filas y sillas y gente. Porque todos tenían
rostros, borrosos o no.
Y con los que interactuaba más, los conocía.
Estoy seguro de que existen en realidad y de que los he, al menos, saludado en
la calle. Pero no, son más que eso. Así los besara o me persiguieran, así fuese
el centro de atención o solo uno más, los conocía y por alguna razón seguían
detrás de mí incluso después de terminado el sueño.
Lo peor era el dolor de espalda y de hombro,
como si hubiera peleado toda la noche. Es así que un ose da cuenta que dormir
no tiene nada que ver con descansar. Porque descansado no he estado por un buen
tiempo. Solo caigo por el poder que pesa encima mío y después me despierto
porque es lo que tengo que hacer. Y siempre que lo hago trato de recordar los
más mínimos detalles del sueño que acabo de tener. Normalmente, es una tarea
inútil, que no acaba en nada que sirva.
Es interesante como algo que no existe, que
simplemente no tiene forma física, tenga el poder de ejercer presión y de
causar reacciones físicas en nosotros, como si de verdad estuviese peleando con
alguien o quien sabe que más. Este dolor que no se quita, este peso horrible
que siento, es uno de eso que pensé que ya nunca volverían. Y lo sé porque este
me preocupa y cuando algo lo hace es que es grave o importante. Eso pesos en el
pecho o sentimientos de presión en el corazón son lo peor.
Y existen y eso es aún más atemorizante. Y que
tal que el sueño sea algo así como una premonición? Una alerta para estar al
tanto de cosas por venir, tal vez no todas buenas o tal vez no todas fáciles.
Porque si hay algo que yo deteste más que nada son las cosas innecesariamente
difíciles. Muchos dicen que el camino difícil es el del valiente pero para mí
es el del masoquista y el del mártir. Yo no soy ninguna de esas dos cosas. Ni
lo seré nunca porque no lo deseo.
En fin, esos son mis sueños, mundos
inexplicables que se repiten y se repiten. Y no es que sueñe todas las noches
ni nada por el estilo sino que, incluso después de meses sin recordar nada de
mis sueños, de pronto aparecen estos de nuevo: las mismas estructuras sin
sentido, la misma gente con los mismos diálogos y el mismo desarrollo del
sueño. Es como ver una película favorita, una y otra vez. Solo que yo jamás
elegí ver esta película, solo soy el proyecto que se usa para que el filme corbe
vida y sea lo que tiene que ser.
Algo curioso es que mi respuesta a lo que
ocurre ha cambiado con el tiempo. Al comienzo era confuso y era más precavido
en el sueño, todo iba más despacio. Eran sueños que se desarrollaban en la
noche durante seis o más horas de sueño. Pero ahora pueden aparecer mientras
duerme apenas una hora o poco más. Y ya no soy el mismo de antes si no alguien
que recibe todo de buena gana. Incluso parezco actuar en ciertas escenas,
disfrutando mi papel sin tapujos.
Y lo digo así porque a veces siento que me veo
hacer cosas pero no soy yo el que las hace. Y cuando soy yo, se siente como si
cuerpo estuviera en algún tipo de piloto automático que sabe que hacer así mi
conciencia real no tenga ni idea de todo lo que sucede. Es casi mágico salvo
que no lo es ya que todo depende mi cerebro, de todo lo que allí reside, tanto
en la luz como en la oscuridad. Como me gustaría aprender más de mi! Sé que hay
mucho más de lo que sé dentro de mi cerebro pero es como si yo mismo no tuviera
la contraseña para mi propia caja de seguridad.
Cuando despierto, es frustrante. No solo
porque parezco no avanzar en el sueño, sino por el dolor y el saber que
probablemente volverá a pasar lo mismo en días y semanas. Y es tremendamente
frustrante. Estar tan cerca y nunca llegar. Aunque quien dice que los sueños
tienen de hecho un final? Tal vez simplemente sigan y sigan hasta que el
cerebro se cansé y decida despertar al cuerpo. Pero entonces entre más tiempo
dure el sueño, más del filme se podría ver. Y eso es lo que quiero.
A más de una persona le parecerá extraña mi
obsesión con saber más de mi mismo. Dirán que para eso no hace falta soñar sino
ser sincero con uno mismo. Y tal vez tengan razón. Pero siempre es útil un
pequeño empujón, algo que nos haga caer en cuenta de las cosas. A veces es un
alguien el que hace eso pero tendría que ser alguien que nos conoce a la
perfección y en mi caso no hay nadie así. Ni mi familia sabría más de mi que yo
mismo, tal vez porque he ocultado tanto conscientemente. Por eso no sé si lo
que me quiere decir mi cerebro es algo sincero o no.
No sé y a veces
prefiero no pensar tanto en el asunto. Porque a la larga de que sirve que todo
parezca un gran misterio que solo tu puedes resolver pero que en verdad resulta
que no es más que un laberinto oculto en una red espesa de mentiras y verdades
que ya no eres capaz de separar porque ambas cosas forman parte de lo que eres,
de lo que soy en este caso. Porque si somos sinceros, todos los seres del mundo
que valen la pena tienen esos dos lados: el claro con las verdades y el oscuro
con las mentiras. O incluso al revés si se cree que también la luz puede cegar
y la oscuridad puede ser fuente de vida.
Que si me da miedo saber m ás de mi mismo? Por supuesto que sí. Solo un tonto creería
saber todo de si mismo y solo un idiota no tendría miedo de la realidad, de lo
que es sin nuestra influencia consciente. El miedo en este, y en todos los
caso, es increíblemente útil. Y no es que adore mi miedo ni nada por el estilo
pero le tengo respeto y creo que eso es algo necesario para saber manejar
sentimientos tan volátiles como ese. De pronto estando consciente de mi miedo,
puedo entrar más fácil en contacto con lo que hay detrás de los sueños.
Porque estoy seguro que hay algo detrás. Si
pudiese alguien ayudarme sería lo mejor del mundo porque me quitaría un peso de
encima. Y sé quien podría ser esa persona pero, lo peor del caso, es que sé que
esa persona no existe ya que es esa media naranja de la que tanto habla la
gente. Es ese otro ser que me complementa en todos los aspectos y que sabe cada
cosa de mi y yo de él. Sé que es la única persona que me puede ayudar pero,
como dije, no existe. Porque si existiese ya lo conocería porque como más
sabría más de mi que yo mismo?
Es un camino muerto y es inservible recorrerlo
porque no tiene ningún sentido. Está claro que esto es entonces que tengo que
hacer yo solo. Lo único es que tendré que estar listo para la próxima vez que
los sueños, las imágenes y los sentimientos lleguen. Y no es fácil estar listo
para algo así porque te toma desprevenido, te da mil vueltas en un mismo sitio
y no te de deja en paz. Es por eso que no puedes ni pensar ni mucho menos
decidir que hacer coherentemente.
Supongo que en ese momento entra el miedo
porque no sabes si actuar de manera desmedida sea lo mejor. Que pasa entonces
si tus acciones cambian el curso del sueño de tal manera que en verdad nunca
descubras nada sino más bien al contrario? Que las acciones lo que hagan sea
arrojar piedras sobre lo que quieres saber y lo oculten incluso más de lo que
ya está? Es un riesgo, después de todo. Y creo que estoy dispuesto a
arriesgarlo todo ya que no perdería nada en todo caso.
Y que sin esas verdades quedan enterradas para
siempre? No sería yo el primer ser humano es fracasar al querer conocerse
íntimamente. De hecho, la mayoría de personas en este mundo creen que conocen
cada pequeño trazo de su personalidad, de su ser interno y externo y eso
simplemente es imposible. Con la porción tan pequeña que usamos del cerebro, es
imposible que no existan secretos más allá de nuestro entendimiento, incluso si
esos secretos están guardados con recelo dentro de nuestros propios cerebros.
Que tal si esa es la última fortaleza que debamos enfrentar? Que tal si es allí
donde están las respuestas a las preguntas que nos hacemos como especie, como
seres humanos?
Hemos creído toda la vida, toda nuestra
existencia, que la verdad está más allá, lejos, oculta tras las nueves o la
neblina pero que tal si es al revés? Si en verdad todo lo que necesitamos saber
está aquí mismo, dentro de nuestros propios cuerpos, oculto en esa parte que
nunca usamos porque no sabemos como? De pronto es todo lo que necesitamos para
ser verdaderamente felices o para vivir realmente en paz.
Tengo que creer que así es. Y por eso no
descansaré hasta penetrar la realidad de mis sueños, así eso implique crear
muros para derrumbar otros. Y así será. No importa el dolor solo el saber.