sábado, 20 de junio de 2015

Pasó en Santorini...

   El sol fue quien me despertó, entrando por la ventana junto al viento suave de las mañanas y los magníficos olores que venían de alguna casa vecina. Desde la cama no se veía nada pero sabía que debajo de mi… Digo, de nuestro balcón, había muchas casas y hoteles y demás. Estábamos en la parte más alta de Santorini, en un hotel construido a modo de cueva, lo más hermoso que yo jamás hubiese visto. Es un lugar especial, hay cierta sensación de que todo es posible o al menos de que cosas pueden pasar aquí que no pasarían en ningún otro lado. Llevo solo un día aquí y creo que ya estoy enamorado del lugar, de la gente, de la comida, y tal vez de la persona que está a mi lado.

 Él también está completamente desnudo pero todavía duerme. Me volteo un poco para mirarlo mejor y me doy cuenta que cada vez que lo veo me parece más hermoso, me gusta más y más. Haber venido con él hasta Grecia no fue algo que hubiese planeado sino algo que sucedió en el aeropuerto y que ahora agradezco. Su vuelo, originalmente a París, estaba sobrevendido y le estaban dando la opción a los pasajeros que cambiasen sus billetes al destino de su gusto, sin costo alguno. Ya saben como son esas aerolíneas de bajo costo, hacen todo por el dinero. Alejandro ya había comenzado a pelear cuando lo vi y hacía años que no nos veíamos. Hablamos un rato y sin pensar le dije que iba a Grecia y que si me quería acompañar. Y ahora estábamos juntos en una de las islas más hermosas del planeta, habiendo gastado más dinero porque queríamos estar lejos de todo.

 Nos conocimos por medio de un amigo y fuimos amantes durante los últimos meses de mi noviazgo con otra persona. Las cosas con él no habían funcionado como yo lo pensaba y tengo que decir que encontré Alejandro y era la persona perfecta para desahogar todo lo que tenía adentro y toda la energía sexual que no podía liberar con mi pareja en ese momento. Creo que hablo por los dos cuando digo que la pasamos muy bien, guardando ese gran secreto y escondiéndonos de todo el mundo. Decíamos tantas mentiras que parecía imposible seguirles el paso pero a pesar de todo duramos así unos dos meses hasta que todo se destapó

 Su novio se dio cuenta. No sé si alguien le dijo o lo supo de alguna otra manera pero el caso era que lo sabía y sabía que era yo la persona con la que su novio se acostaba. Me llamó alguna vez a amenazarme pero yo no le respondí nada. No tenía caso. Yo había roto lo mío con mi novio unas semanas antes. Fue muy diferente porque las cosas en nuestro caso ya venían muertas y el me confesó que estaba viendo a alguien más. Yo no lo hice sentir mal ni lloré ni hubo escenas dramáticas. Llegamos al acuerdo de continuar cada uno con su vida, por su lado y ya. No podíamos quedar de amigos porque no teníamos lo suficiente en común pero al menos no hubo pelea ni nada por el estilo.

 Alejandro sí peleó con su novio por un largo tiempo, durante el cual nos dejamos de ver. El dejó de llamar, de contestarme, de escribir. Desapareció y no lo volví a ver hasta ese día en el aeropuerto. Estaba tan guapo como siempre y parecía más maduro, como si la vida por fin lo hubiese alcanzado y le hubiese enseñado un par de cosas. Su cuerpo era tal y como yo lo recordaba y cuando tuvimos relaciones fue como volver a aquellas épocas aunque con algo más, más experiencia o madurez o quien sabe. El caso es que estábamos en una isla juntos, despertándonos por el viento que sube del mar y los primeros rayos de sol. Le acaricié la espalda y despertó lentamente. Le di un beso y lo abracé.

 Ese día, luego de bañarnos juntos y cambiarnos, desayunamos como si fuéramos una pareja en el restaurante del hotel. Éramos felices o al menos así se sentía en el momento. No hablamos del pasado, solo de lo que el otro no sabía por el pasar del tiempo. Supe que su padre había muerte hacía poco y que había cambiado de profesión. Ahora estaba estudiando para ser diseñador, luego de que trabajase en un bufete de abogados. Me contó algo que yo ya sabía y era que nunca le había gustado nada de la ley y esas cosas. Para él la ley era solo para los que sabían manipularla y eso era lo que había aprendido. No era lo suyo y cambió por algo que siempre había hecho. Él mismo había hecho el diseño del tatuaje que tenía en la espalda y eso probaba su talento de sobra.

 Salimos después a caminar por el pueblito y  tomamos muchas fotos y comimos muchas cosas deliciosas. Tal vez esté confundido pero en algunos momentos creo que nos tomamos de la mano, sin pensarlo. Hacerlo, recordaba todo lo sucedido hace tres años y las cosas que nos decíamos y que pensábamos. Más que todo era sexo, no lo puedo negar, pero después solíamos hablar bastante, antes de quedar dormidos. Hablábamos de cine, de arte, de la vida, de la gente… De todo lo que existiese.  Era el total opuesto de mi novio en ese momento, una persona casi desprovista de un propósito real de vida. Lo compadezco pero no podía quedarme con él solo por eso.

 Ahora que lo recuerdo, Alejandro ha sido el único que ha conocido a mis padres y eso fue por error. Un día lo recogí en su oficina para ir a mi casa pero tuve que pasar primero por casa de mis padres y lo conocieron. Mi madre luego me diría que era muy guapo y que era una lástima que ya tuviese yo a alguien porque ese chico parecía mucho más interesante. Supongo que lo pensó porque les habló a los dos, a mi padre y a mi madre, mientras yo buscaba unos libros que necesitaba y que estaban en la biblioteca familiar. Cuando lo vine a buscar para irnos. Lo vi con esa sonrisa que me hace olvidar todo y pensé que era una lástima que las cosas de la vida no funcionen como uno quisiera.

 Pero estábamos en Grecia, en nuestra isla. Porque cuando volvimos a nuestra habitación de hotel e hicimos el amor, sentí que nada más en el mundo existía más que nosotros. El sonido de su voz, el calor de su cuerpo, la textura de su piel y su olor a vainilla por el jabón del hotel, se me quedarían por siempre grabados en la mente. Me aseguré de besarlo todo lo que pudiera y de abrazarlo para dormir. Porque yo sé que esto puede que no dure demasiado y quiero aprovechar porque la vida pocas veces da una segunda oportunidad y esta es una de esas extrañas veces. Esa noche él se quedó dormido pronto pero yo no podía. Pensé que debía decirle algo, algo para que se quedara conmigo después del viaje.

 El resto de días fueron iguales, yendo y viniendo por las calles empedradas, besándonos en todas partes, yendo al mar a bañarnos y a disfrutar del sol. Siempre me había sentido incomodo estando en traje de baño, seguramente remanente de algún trauma juvenil pero ahora no me importaba en los absoluto porque, de nuevo, solo pensaba en nosotros dos y en nadie más. Él se veía perfecto y quise tomarle varias fotos cuando sonreía como a mi me gustaba. Ya en las noches, cuando estábamos más juntos que nunca, lo trataba como a la persona más especial y única del mundo, porque eso era para mí. Y lo gracioso es que no considero que estuviese enamorado. Solo quería tenerlo a mi lado y sabía lo mucho que eso me ayudaba.

 Pero tal vez sí me enamoré porque cuando las vacaciones terminaron, Alejandro desapareció de nuevo, como por arte de magia. Solo quedaron algunas fotos, y las sensaciones de haber hecho lo que yo tenía que hacer. Si no había resultado en nada pues no era problema pero al menos sabía que había hecho todo lo que había querido y todo lo que estaba a mi alcance para demostrarle lo mucho que apreciaba su sola presencia en ese hotel. Por muchas noches después, soñé con él y quise tenerlo allí a mi lado, fuese para tener sexo, besarlo o solo oler su piel. Por muchos días pensé y pensé, dándome un caso increíble de insomnio que solo desapareció tras un par de semanas.

 Cuando ya lo había superado todo, me llegó una noticia que al comienzo no creí. Pensé que la persona que me lo estaba contando estaba siendo cruel, así que me levanté y me fui sin decirle ni una sola palabra. Esa amiga, una muy buena amiga, tuvo que ir a mi casa y casi comprobar lo que decía: Alejandro ya no estaba. Según ella, había sido diagnosticado con cáncer hacía un tiempo y había decidido no tener un seguimiento ni un tratamiento adecuado. Al parecer, se había rendido porque mucho más había sucedido en los últimos tres años, no solo su cambio de carrera. Había vivido pruebas difíciles y había perdido la voluntad de vivir. Según mi amiga, iba a París para ir a un lugar donde no lo conociera nadie. Pero en cambio decidió ir conmigo a un último viaje.


 Cuando ella se fue, lloré en silencio durante varios minutos. Como era posible que no me hubiese dado cuenta de que algo estaba mal, de que no se sentía bien o que estaba raro? Pero recordé entonces que una de esas veces en la cama, me dijo que le gustaba estar conmigo allí, sin nadie más. Y entonces entendí que yo fui algo así como un regalo de despedida y eso me alegró. Él estaba muriendo y había preferido pasar sus últimos días conmigo y no solo o con su familia. No sé si fue amor pero lo sigo pensando con una sonrisa, recordando los besos y todo lo demás.

viernes, 19 de junio de 2015

The hunter

   The arrow passed just a few centimeters away from the rabbit’s head. It wasn’t the day to die for him. But a wild turkey and a pheasant had not been so lucky. They hanged on one side of Karl’s waist, dangling around as he marched through the woods looking for more game. But he didn’t find anything else to bring back to his shack so he stopped wandering around and went straight back to his place. It was a small cottage in the woods, just a few steps away from the lake. He had built it there so no floods could reach it but close enough to the water to get his everyday ration to cook and bathe.

 As he entered the house, he left the dead animals in a rough wood table. He took off his clothes fast and, with the sun setting in the distance; he came out naked of his house and walked to the lake. He didn’t even hesitate to jump into the cold water. He plunged deep and then resurfaced, scrubbing his skin with his hands. There was no soap and soap would contaminate the lake anyway so he just scrubbed hard, sometimes with a scourer but he only used that some times a week. He submerged many times, looking at the distance, to the sun, which was now glowing orange. As he cleaned his beard and every hair he had on his body, he thought about that decision he had taken a long time ago, the decision that had changed his life by putting him there instead of in the city, in a job with a family and so on.

 He didn’t regret he hadn’t decided to stay with his family or just make a family of his own. It haunted him but he was sure he didn’t wanted to be one of those family men. He didn’t have what it takes to be one and he didn’t wanted to be one. He had always wanted to be free, as free as any human could be and this was the way he had found to be true to his desires. His family had not thoroughly understood but now that didn’t really matter. It had been three years now since he had decided to live in the forest and he knew it had been one of the best decisions he had taken in his life. Here, among animals and plants and fresh water, there was nothing that bothered him or made him feel like there was something wrong. Everything here felt fair and well done, because it was.

 He had always hated the competition, the killing that people submitted themselves to in the “real” world. People used to use those words together to describe to him were their lives happened, as if hid daily life wasn’t real, just a figment of his imagination. Hunting was more real than any bank job he could think off. Swimming naked in a beautiful lake was more real than worrying every day if someone was going to hurt you or your loved ones in any given moment. His world was very real and he had chosen it because he couldn’t take what the world was anymore. It had been a done deal the day he was attacked on the street, mugged and stabbed. He had become disenchanted with the world so he decided to leave it for good and there was not a single day in which he regretted that.

 In any case, it wasn’t as if he never talked or chatted with another human anymore. Many people came to the forest, in spring or summer, and the park rangers had designated him as an official guide. He got paid a small salary but that wasn’t the important thing, it was the fact that he got to share his experiences and knowledge with visitors which was the best part of the job. He would take them hiking or trekking for hours, compensating them with beautiful vistas, information about every plant and animal living in the park and would usually end up with a small “party” by the shore of the lake. Those who wanted could swim but they would all celebrate with a local meal.

 He came out of the water and waited to dry off for a half hour by the shore. As the water dripped away, he threw small stones to the water, trying to make them skip. But he had never managed to do I correctly. Time passed so he walked up his cabin, showered by the orange light of sunset. Inside the house he cleaned up his feet and put on some warm clothes to feel some heat after his swim in the cold water. He decided to eat first and then skin his animals to be put away with salt to be preserved. He had no electric device, except a portable stove, so it was best to consume everything before it went bad. He would eat the pheasant in the morning and the turkey could last a little longer if he treated it well. He ate some vegetables he had cooked earlier and it was then when he heard the sound. He wasn’t sure he had heard it but there it was again.

 The hunter walked up to the window and stayed there. It was already dark outside and he had turned on a gas lamp he had but he decided to turn it off and wait for the sound to come back again. There it was… It was like a moan or a scream that was silenced. He was worried as there was no one else for the next ten kilometers. Maybe he was imagining things, maybe it was an animal or maybe some people had just decided to come into the park and get busy. It wouldn’t be the first time. He decided to stop worrying and walked away from the window but then there was a scream, a piercing sound that broke the silence of the woods in two.

 The scream came from deep in the woods, in the opposite direction of the lake. He didn’t know very well, but he though the scream was from a male. He decided to take his bow and arrow, a rope and his best boots. That person could be trapped between rocks, in the formations that existed in the park in that direction. Or maybe some animal had attacked him and he needed assistance before bleeding to death. There were a few wolfs and they could be very violent, as well as black bears who roamed around the forest for food. Once he was ready, the hunter came out of the cabin and started marching rather fast in the direction he had heard the scream.

 He walked and walked but he didn’t seem to get anywhere. He didn’t usually come out so late at night and his senses were not as accurate in the dark than in the light. But he was sure where he was going and pressed on, worried for the person that had yelled earlier. After some twenty minutes, he finally arrived to a rocky formation and he noticed, with his solar flashlight, that the rocks were tainted with what appeared to be blood. He turned off his light and decided to be still and hear. There were no screams, only crickets and other animals making sounds. But then, he heard panting and someone else, breathing heavily. He ran towards the sound and, without thinking, jumped right onto one of the persons there.

 Apparently he had done correctly, because the voice that had screamed earlier was begin for him to help him. Somehow, his voice felt strange, as if it had changed in less than an hour. But the hunter was a strong man and he was able to submit the man he was fighting with ease. Once he turned on the flashlight again, he gave it to the victim, who happened to be a young man, covered in blood. He was trembling but was able to hold steady long enough for the hunter to use the rope to tie the hands of the other guy, an older man who had his nose broken and seemed to be in a fit of rage. He wasn’t fighting anymore but his eyes were filled with hatred, filled with blood and pure rage. The hunter made him stand up and he told the young man to follow him, so they could call the rangers who would then call the police of whoever had to be in charge of this.

 It wasn’t long before they stepped into the hunter’s house. The tie man was sat in the hunter’s bed and the boy sat in one of the big chair by the only table. The hunter looked for the walkie-talkie he rarely used during this time of year and started talking into it, to no response. As he waited, he asked the young guy to tell him what had happened but the guy refused at the other one seemed to be preparing for another assault. When one of the rangers finally answered, he couldn’t hear a word because the kid had jumped from his chair, with a knife the hunter had not seen, and stabbed the man in the chest. The man screamed and the hunter realized it was him who had screamed earlier.

 He attempted to grab the young guy from behind but now he flung his knife towards him, cutting the surface of his chest. He took advantage of this to turn around and finish off the man in the bed, who bled out just there, looking at the kid with horror. The hunter avoided the kid’s next attack and just punched him hard in the head. The kid was groggy for a minute, time the hunter used to grab his bow and arrow. He told the kid the rangers would come soon, as they never received communications from here and they would be worried to know if there was something wrong. He suggested him to surrender and let him tie his hands.


 But the kid launched himself at him and he just let go of the arrow that pierced his chest deep. He fell to the ground, where the hunter grabbed him and tried to understand what he was saying. Because as he spitted blood, he tried to say something but it wasn’t clear. Then the hunter lowered his head and he understood a couple of words: “got revenge”. Then he died and the hunter never knew what those words meant.

jueves, 18 de junio de 2015

Nuestra humanidad

 Es muy extraño cuando todo lo que ha pasado ya ha ocurrido antes, de cierta manera, pero sin embargo siguen habiendo nervios e inseguridad al respecto. De hecho, siempre que se repite una vivencia, es frecuente que la segunda vez implique algo más, una complicación extra o algo por el estilo. Si uno se decide por hacer algo de nuevo, intentarlo otra vez porque fue interesante o porque se falló, siempre habrá algo más en ese intento: una expectativa especial, algo que esperar o de pronto un conocimiento que antes no se tenía pero que ahora da algo de confianza. El caso es que siempre vamos a ser seres expectantes y que cualquiera que diga que no tiene nervios por algo es un mentiroso o un ser humano mal diseñado porque los nervios, aquellas reacciones naturales son las que nos hacen sobrevivir.

 Eso suena a algo fatal, algo difícil y casi imposible pero es porque la palabra sobrevivir parece salida de una de esas películas de tragedia en las que algo ocurre que voltea al mundo de cabeza, a veces literalmente, y en el que los personajes deben hacer su mejor esfuerzo para salir lo mejor librados posible. La única diferencia es que en el cine la moral juega un papel muy grande, ya que pegada a los pensamientos del director, del guionista, del actor y de todos los demás involucrados. En cambio en la vida la mayoría de las tragedias ocurren sin importar como pensemos o que opinemos. No importa en quien o en que creamos, el caso es que morimos igual y todo nos afecta casi siempre de la misma manera.

 Una nueva experiencia, sin embargo, suele ser una aventura personal que varía no según la moral sino según las decisiones que se tomen y el tipo de carácter que se tenga. Por ejemplo, si es una persona que le gustan las confrontaciones, tendrá más problemas con otros al hacer o no hacer alguna cosa, por ejemplo irse de viaje o meterse de lleno en algo que nunca antes había hecho. Es diferente si el carácter varía y esa es la razón por la que dos personas pueden embarcarse en un mismo proyecto pero resultar con conclusiones diametralmente diferentes. Este es el caso de las relaciones amorosas que no dejan de ser una aventura bien o mal planeada, pero sin conclusiones claras a razón de las personalidades diferentes.

 Pero valen la pena, o no? Vale la pena sumergirse en un mar de cosas que jamás hemos hecho, y que no perjudican a nadie más sino a nosotros si salen mal. Porque todo puede salir mal o bien, eso a veces no depende de nosotros y si lo hace es posible que no afecte a nadie más, y esas son las mejores aventuras que existen. Si decido, por ejemplo, tener relaciones con varias personas en un lapso de tiempo definido, pero teniendo claras ciertas reglas como el uso de un preservativo, es una aventura porque estoy lanzándome a lo desconocido pero previniendo las eventualidades más graves que puedan pasar. No hay nada bueno o malo, en ese sentido. Cada vivencia es y ya.

 Y ahí vienen las preguntas de las personas que no pueden vivir su vida por si mismas, sino que tienen que pedir la ayuda, para todo, de alguien más: que es bueno y que es malo? Que debo hacer si quiero ser una persona moral y que debo hacer si decido salirme de ese esquema social de las cosas? La respuesta a eso no existe porque la línea entre el bien y el mal la dibuja cada persona. Muchos dirán que la ley es quién marca esa diferencia pero que es la ley sino un concepto humano, por lo tanto inexacto e imperfecto, que solo busca protegernos de nosotros mismos?

 Eso sí, hay cosas que obviamente son malas y la mayoría se asocian a ataques que podríamos perpetuar contra otros, casi nunca contra nosotros mismos. Si matamos o atentamos contra la identidad de alguien sin su permiso, estamos vulnerando sus derechos y violando su integridad como ser humano y eso es integralmente malo. Atención, es malo cuando no hay permiso, cuando se está transgrediendo. Porque podríamos irnos a las comunidades de gente que les gusta el dolor o la humillación y podemos ver con claridad que entre ellos hay un acuerdo, incluso con palabras de seguridad, para infligir dolor o palabras humillantes entre sí. Esas personas han decidido aceptar a que alguien más tenga cierto poder sobre ellos pero es un acuerdo común. Eso no es malo. De nuevo, lo malo es violar los derechos de alguien más sin su permiso.

  La gran mayoría de veces somos nosotros mismos, cada uno en su vida y con sus convicciones personales, su manera de ver el mundo, los que definimos que es malo y que es bueno. Esto puede ser claramente peligroso pero también beneficia a la sociedad en el sentido en el que se le deja ver a la ley y a la comunidad las falencias que tiene. Ese es el propósito que deben tener las criticas a un gobierno o a una empresa, el de arreglar lo que esté hecho. Eso a menos de lo que exista sea tan malo que lo mejor sea remplazarlo. Pero ese es un tema demasiado complejo que prefiero no tratar. El caso es que tenemos la capacidad, cada uno por su lado, de construir su manera de ver el mundo y eso es lo que llaman personalidad, mejor llamado carácter.

 El carácter es el conjunto de todo lo que somos y es el que actúa frente a esas cosas que nos alegran las vida o que la someten a las sombras de la tristeza  y la desesperación. Nuestro carácter y la forma en que lo hemos construido y moldeado, según como entendemos el mundo, es definitivo en nuestra manera de experimentar la vida y entender las varias capas que pueden existir en cada momento de nuestras vidas. Por que contrario a lo que normalmente pensamos la vida no tiene dos colores sino una gama más alta que va de lo más brillante a los más oscuro. Dependiendo de todo eso cada vida es distinta y cada vida por eso es única.

Son nuestras decisiones conscientes las que hacen que la vida de cada uno sea única. No somos nosotros solo por el hecho de existir las que la hacemos tan valiosa sino nuestro proceso de vida el que define lo especial que es cada quien. Eso sí, cuando decimos “especial” o “única”, no quiere decir que todos seamos perfectos ni tampoco que seamos lo mejor de lo mejor. Hay que recordar que los seres humanos, por definición, somos seres imperfectos y siempre defectuosos que lo único que buscan es vivir la mejor vida posible. Eso no implica que todo sea color de rosa porque, de nuevo, nuestras decisiones para llegar a esa última felicidad hacen de nosotros seres multidimensionales, que pueden ser muchas cosas al mismo tiempo.

 Porque podemos ser tan crueles como podemos ser amables, podemos ser cariñoso al mismo tiempo que podemos ser duros, podemos ser seguros y luego sentir que nos hundimos en nuestro propio desespero. Somos más de una cosa al mismo tiempo, y muchas contrarias a la vez, y eso no está mal. No existen seres completamente felices ni completamente amables y buenos. La bondad es un concepto y no un sentimiento ni una manera de ser. Casi nadie, por ejemplo, dice que es bueno o malo porque se lo dejan a los demás. Eso puede ser peligroso pero es mejor que autodefinirse, algo que solo perjudica al que lo hace y no a los que deciden creer la mentira que este les proporciona.

 Puede parecer que todo lo dicho no tiene mucho sentido pero piensen lo diferentes que son las experiencias para cada persona dependiendo de esos factores, de esas ligeras diferencias de tonalidad entre unos y otros. Eso es lo que hace que cada cosa que vivimos sea única y lo que hace que nos interesemos por los demás. Porque a veces no hay nada más apasionante que ver a otra persona siendo lo que es y nada más. Por eso existe el comentario romántico de “Me gusta cuando te enojas”. Es porque entendemos que una persona no es definible por una acción sino por el conjunto de sus acciones, sus sentimientos, sus decisiones y por su manera de ver el mundo. Por eso existe empatía, porque hay conexiones que podemos hacer y otras de las que queremos aprender.


 Porque ese es el verdadero motor de la humanidad, que a veces parece diluirse en la sangre de la guerra y en el sudor de un trabajo que parece nunca llegar a ninguna parte. El afán de saber, la curiosidad por aprender y entender como funciona todo lo que nos rodea. Ese es el verdadero destino de la humanidad y su función. Existimos para aprender y entender. Y eso no tiene porque tener una utilidad porque la utilidad es una creación humana. Las cosas son y ya. Si son por algo y para algo, eso no quiere decir que sea para toda la eternidad. Las cosas varían y se mueven, cambian a diario e incluso cada hora de nuestra existencia. Solamente debemos quitarnos todo el mugre, todo el polvo de nuestra existencia, y mirar a las estrellas. Han estado olvidadas por mucho tiempo.  

miércoles, 17 de junio de 2015

Mjölnir

   From the top of the hill, he looked majestic. It was incredible to see him glide over the water and then fly up towards the sun and then fall, breaking the surface of the lake with his huge body. The creature loved to swim, or so it seemed, and it looked really happy to be there. He looked like a child that meets the ocean for the first time. But he was much larger than just a child. He was more the size of two horses and there were far from any ocean although he could reach one in no time. The people who found him had called him Mjölnir, like the hammer that the god Thor held in battle, the hammer that the gods had created to bring order and stability to a world in chaos. He was that for them, a fantastic creature capable of bringing calm to this world.

 The two explorers that had gone to see him were so amazed that they just stared at him for an hour, never mind the fact that he might fly away in any moment. The locals said he lived deep in the mountains because they were the only inaccessible area of the region. The mountains her were sharp and built by nature like razors. Not any human could climb those and to use any means of transport would be a waste of time because of the magnetic instability of the area, which no one had ever explained. Maybe there was something to mine down there; maybe it was because of him. No one knew. What they knew was that he was, for all intents and purposes, unique. The locals never spoke about another one or a herd of them nor nothing like that. He was alone in the world.

 After a week of the discovery, the scientists had begun to look everywhere in the world with the same circumstances but nothing had come up yet. Maybe he wasn’t alone but they had to help him mate or he would be extinct in a number of years. To be honest, they had no idea how long the lifespan of a dragon was but the general thought was that they could live for hundreds of years, so that gave them some time to organize and look for a suitable mate. They studied him for weeks and weeks and more and more people came to meet him, which was astonishing due to the fact that, in the past, any person that had attempted to get close had died.

 Doctor Lemon was a brilliant biologist. She had discovered many new plants and animals in the deep forests of Indonesia. As for Doctor Samuelson, he was a paleontologist, the one that had discovered the first skeleton of a dragon in China. He was the reason the two of them were granted help from an American institution to go and explore the Razor Mountains and see if its inhabitant was real or not. They had to train hard for days in climbing and trekking and in every sport that could help them pass the mountain range. When they got there, they had to try it several times, risking their lives, in order to finally make the crossing that would lead them to Mjölnir.

The lake was not a place they went to look for him. They had seen it from the range and had thought they needed to recharge their water supplies before attempting to do anything else and the lake was probably made of melted ice water from the mountaintops. It was summer, so the lake was not as large as it could be but it happened to be large enough for a gigantic creature to swim in it. It was so strange, for both scientists, to see the creature so at peace and relaxed. If they hadn’t known any better, they would have thought he was a giant dog or something. Not for his looks of course but for the way he behaved in private, playing around and just enjoying himself.

 They had always been portrayed as savages in every single culture. They have been deemed dangerous and quite vengeful but this one did not seem like that. He seemed nice. Maybe that was because in all of the first week, they didn’t see him spout fire. It was possible that he used it only as mechanism of defense but when they saw him eat a deer, they realized he wasn’t able to do it at all. He was a very large lizard who happened to fly short distances but he had no ability to propel fire from his mouth or nostrils. This disappointed many who followed the investigation but he was, nevertheless, a species in the brink of extinction. The two scientist looked all around the area and found the skeleton of another dragon but it wasn’t its partner but its mother.

 The bones indicated it was a larger animal, with a far longer wingspan and a huge body. It was now easy to see now why they had such a clumsy ability to fly: they were too big. They weren’t like the pterosaurs of the past that were light like birds. These dragons were heavy and had to train their whole lives to be able to fly properly. That’s why no one had ever spotted one. Contrary to belief, they didn’t fly that much, they didn’t spout fire and they lived in an area where the magnetic field was just crazy. The area was soon protected by law, so only scientist and authorized people could come in, dare to cross the mountains, and then just watch him to his things.

 Both Lemon and Samuelson stayed there for a whole year and were the ones who set the rules on how to behave while staying in the area. They would explain to any visitors that they had been very careful for him not to se them or be able to smell them. They used a special perfume that made them smell like plant life so he wouldn’t come too close and attack. People always obeyed because it was more important for them to see him and take pictures than risking their lives in a silly way. But like with everything that goes into fashion, most people soon forgot Mjölnir, after only a year. Lemon and Samuelson were happy that this had happened because they needed to investigate more and see how much time he had.

They gathered saliva from the remains of his meals and some scales that had apparently fallen from him. Maybe he was changing skin like most reptiles or maybe he was sick. They had no real idea and that made them insane. For a while, they had to go back to a proper lab and just try to understand more about him. As they did all the tests and experiments they had to do, they realized it was a very difficult job as there was no other creature like it. Lizards and snakes were only similar to him in small things but, in the larger picture, he was a unique creature. And that worked against him hard because it’s much more difficult to protect something you don’t understand than the opposite.

 It was during that time that a couple of explorers in remote parts of the world found more dragon remains and even fossilized eggs. They were brought to a laboratory for investigation and hoping they could lead to a possible cloning project but that was cancelled when they realized there was nothing they could do with the eggs, except noting it features and putting it in a museum. After six months of hard work, they had come to the conclusion that the dragon was about to enter adulthood. His mother had died at least fifty years ago when he was a baby but only know he was beginning to grow up. That explained, at least partially, his behavior in the lake and the way he did things. He was becoming an adult all by himself and it appeared he would die alone too.

 Then the news came. The locals had found his body lying next to the lake. He was dead. Lemon and Samuelson flew to the area but it was too late, another team had come for the body and, with permission and bribes to the locals, they had managed to take the body in a helicopter and now it was far from the reach of those two scientists, the ones that had discovered him. For months, no one heard one more word about anything related to the creature. But both scientists decided to release a book with their impressions and experiences with the dragon. They thought they should at least be the first to say what he was like and how thrilling it was to discover him.

 The rival scientists released an autopsy report saying that he had died from drowning and that they had found the organ that might have produced the flames every single culture in ancient history attributed to the dragons. The discoverers of the creature published an article saying all of that was false and that there was something they weren’t telling and that they should have been able to check the bodies themselves or at least leave someone else do it. But they never did. And the body was never donated to any museum or organization. People, again, largely forgot about the dragon and about them, even as they slammed scientists without scruples every time they had the chance.


 Mjölnir was dead and the truth was he had died because he had wanted to. He was smarter than people thought and his fly over the lake were just an attempt to understand how to kill himself. He was grieving and because he missed his mother. And he was alone and that wouldn’t change. So he took matters into his own hands and did it. People would have never understood that because of the intelligence factor but that no longer matters. We will never understand.