miércoles, 13 de enero de 2016

PREDICTIONS: Academy Awards


Here are my predictions. I have seen many of these movies. The only real shots in the dark are in the short subject categories, which I haven't seen at all. I'll try to see the ones that get nominated.

After my predicted five, I've decided to put an alternative nominee, just for fun.

Please feel free to comment and share your thoughts!


Best Picture

* The Big Short
* Bridge of Spies
* Carol
* Mad Max: Fury Road
* The Martian
* The Revenant
* Room
* Spotlight

If 9 or 10 I'd add the following two movies:


* Inside Out
* Straight Outta Compton

Best Director

* The Big Short -- Adam McKay
* Mad Max: Fury Road -- George Miller
* The Martian -- Ridley Scott
* The Revenant -- Alejandro G. Iñárritu
* Spotlight -- Tom McCarthy

Alt: Carol -- Todd Haynes

Best Actor in a Leading Role

* Steve Carrell -- The Big Short
* Matt Damon -- The Martian
* Leonardo DiCaprio -- The Revenant
* Michael Fassbender -- Steve Jobs
* Eddie Redmayne -- The Danish Girl

Alt: Bryan Cranston -- Trumbo

Best Actress in a Leading Role

* Cate Blanchett -- Carol
* Brie Larson -- Room
* Jennifer Lawrence -- Joy
* Charlotte Rampling -- 45 Years
* Saiorse Ronan -- Brooklyn

Alt: Alicia Vikander -- The Danish Girl

Best Actor in a Supporting role

* Christian Bale -- The Big Short
* Idris Elba -- Beasts of No Nation
* Mark Ruffalo -- Spotlight
* Mark Rylance -- Bridge of Spies
* Jacob Tremblay -- Room

Alt: Sylvester Stallone -- Creed

Best Actress in a Supporting role

* Jane Fonda -- Youth
* Jennifer Jason Leigh -- The Hateful Eight
* Rooney Mara -- Carol
* Alicia Vikander -- The Danish Girl
* Kate Winslet -- Steve Jobs

Alt: Kristen Stewart -- Clouds of Sils Maria

Best Adapted Screenplay

* The Big Short -- Adam McKay and Charles Randolph
* Brooklyn -- Nick Hornby
* Carol -- Phyllis Nagy
* Room -- Emma Donoghue
* Steve Jobs -- Aaron Sorkin

Alt: The Martian

Best Original Screenplay

* Bridge of Spies -- Matt Charman, Ethan Coel and Joel Cohen
* The Hateful Eight -- Quentin Tarantino
* Inside Out -- Josh Cooley, Pete Docter and Meg LeFauve
* Spotlight -- Tom McCarthy and Josh Singer
* Straight Outta Compton -- Andrea Berloff, Jonathan Herman, S.Leigh Savidge and Alan Wenkus

Alt: Ex Machina

Best Foreign Language Film

* Embrace of the Serpent -- Colombia
* Labyrinth of Lies -- Germany
* Mustang -- France
* Son of Saul -- Hungary
* Theeb -- Jordan

Alt: The Brand New Testament -- Belgium

Best Animated Feature Film

* Anomalisa
* The Good Dinosaur
* Inside Out
* The Peanuts Movie
* Shaun the Sheep 

Alt: Minions

Best Cinematography

* Carol
* Mad Max: Fury Road
* The Martian
* The Revenant
* Sicario

Alt: The Hateful Eight

Best Costume Design

* Brooklyn
* Carol
* Cinderella
* The Danish Girl
* Mad Max: Fury Road

Alt: The Revenant

Best Film Editing

* The Big Short
* Bridge of Spies
* Mad Max: Fury Road
* The Martian
* The Revenant

Alt: Star Wars: The Force Awakens

Best Makeup and Hairstyling

* Mad Max: Fury Road
* Mr. Holmes
* The Revenant

Alt: Black Mass

Best Production Design

* Bridge of Spies
* Carol
* Crimson Peak
* The Danish Girl
* The Martian

Alt: Star Wars: The Force Awakens

Best Original Score

* Bridge of Spies
* Carol
* The Danish Girl
* The Hateful Eight
* Star Wars: The Force Awakens

Alt: Sicario

Best Original Song

* "Feels Like Summer" from Shaun the Sheep
* "I'll See You In My Dreams" from I'll See You In My Dreams
* "See You Again" from Furious 7
* "Simple Song #3" from Youth
* "Til' It Happens to You" from The Hunting Ground

Alt: "Love Me Like You Do" from Fifty Shades of Grey

Best Sound Editing

* Jurassic World
* Mad Max: Fury Road
* The Martian
* Sicario
* Star Wars: The Force Awakens

Alt: The Revenant

Best Sound Mixing

* Mad Max: Fury Road
* The Revenant
* Sicario
* Star Wars: The Force Awakens
* Straight Outta Compton

Alt: Bridge of Spies

Best Visual Effects

* Ex Machina
* Jurassic World
* Mad Max: Fury Road
* The Martian
* Star Wars: The Force Awakens

Alt: The Revenant

Best Documentary Feature

* Amy
* He Names Me Malala
*The Hunting Ground
* Listen To Me Marlon
*The Look of Silence

Alt: Where to Invade Next

Best Documentary Short

* Body Team 12
* Claude Lanzmann: Spectres of the Shoah
* Last Day of Freedom
* Minerita
* My Enemy, my Brother

Alt: Starting Point

Best Animated Short Film

* Bear Story (Historia de un oso)
* If I was God
* An Object at Rest
* Sanjay's Super Team
* We Can't Live Without Cosmos

Alt: My Home (Chez moi)

Best Live Action Short Film
* Ave Maria
* Bad Hunter
* Day One
* Shok
* Stutterer

Alt: Bis Gleich (Till Then)

TOTAL COUNT

Mad Max: Fury Road > 9
Carol & The Martian > 8
The Revenant > 7
The Big Short, Bridge of Spies & The Danish Girl > 6
Room, Spotlight & Star Wars: The Force Awakens > 4
Brooklyn, The Hateful Eight, Inside Out, Sicario, Steve Jobs & Straight Outta Compton > 3
The Hunting Ground, Jurassic World & Shaun the Sheep > 2

All other movies would get one nomination each.

Perro del fin del mundo

   El perro dejaba las marcas de sus patas en la playa pero se iban borrando tan pronto pisaba. El arena estaba muy húmeda en esa zona y nada duraba allí, ni siquiera las plantas, que habían decidido retirarse a la zona más alta de la playa. La textura hacía parecer que ya no fuera arena sino que fuese una especie de lodo pegajoso pero el perro casi no lo notaba pues avanzaba a paso lento pero seguro por la franja costera.

 El pobre animal había estado caminando por días y por eso las ganas y la energía para trotar habían dejado su cuerpo hacía mucho. El agua sabía extraño por esas partes así que también estaba algo deshidratado pero de todas maneras seguía caminando, seguro de que sus patas lo llevarían al lugar al que quería ir. Lo que hacía era seguir su instinto y ese campo electromagnético que todos los seres vivos sienten que los atrae a ciertos lugares y que los repele de otros. Él no lo entendía pero de todas maneras hacía lo que tenía que hacer.

 De repente de la arena salió un cangrejo. Era grande y había quedado quieto al ver al perro. Sus pinzas se abrían y cerraban despacio y producía algo de espuma en su boca. Parecía pensar en algo. El perro solo lo miraba. Le hubiese gustado ladrarle o perseguirlo o hacer algo más que no fuese quedársele mirando como un tonto pero sabía que llevaría las perder así pudiera hace cualquier de esas cosas. No estaba en condiciones para pelear con nadie, sobre todo si ese alguien tenía armas incorporadas.

 El cangrejo finalmente se movió a un lado, como si tuviera intenciones de meterse al mar, pero lo que hizo fue dar una vuelta cerrada y caminar en la dirección que el perro estaba siguiendo. Entendiendo que tenía que continuar, el perro siguió al cangrejo por un largo tiempo. Tanto tiempo fue que la noche se acercaba, con la tarde tiñéndose de un rojo absoluto que reinaba el mundo desde hacía un buen tiempo.

 Caminaron más, hasta que el frescor de la noche llegó y todo pareció estar incluso más calmado que antes. Eso sí, las noches no eran como antes cuando los insectos hacían conciertos por aquí y por allá, alegrando cada jardín y cada espacio salvaje con sus canciones. Ya no había muchos insectos y los que quedaban no eran del tipo que cantaban, más bien del tipo que comían carne en descomposición.

 Cuando la luna empezó a iluminar el paisaje costero, el cangrejo por fin se detuvo y el perro se le acercó. La criatura marina no lo atacó, solo se retiro por fin al mar, dejando que las suaves olas lo fueran envolviendo hasta que fuese arrastrado al fondo. Cuando el perro no lo vio más, se dio cuenta de dónde estaba: la desembocadura de un riachuelo, una fuente de agua dulce que no había visto en varios días.

 El perro se acercó con cuidado, bajando una pequeña pendiente que daba al río como tal. Bueno, río no era porque era casi un hilo de agua el que podía llegar hasta el mar, pero era más que suficiente para beber y recuperar fuerzas. El perro bebió y bebió sin cansarse, ingiriendo toda la cantidad de liquido que su cuerpo pudiese aguantar. Cuando por fin se sintió satisfecho, mucho tiempo después de que el cangrejo desapareciera, se echó en la parte superior de la pendiente y durmió a pierna suelta, cansado de un viaje demasiado largo.

 Soñó imágenes borrosas, unas tras otras, pero lo que sí oía con completa definición eran los sonidos y las voces que había en los sueños. Y se despertó de golpe cuando volvió a escuchar la voz de su amo. Apenas abrió los ojos, miró a un lado y otro, como buscándolo. Incluso utilizó su olfato para asegurarse que todo había sido un sueño. Se echó de nuevo sobre la arena, deprimido y adolorido en más de una forma. Extrañaba de sobre manera a su amo, que no veía desde hacía mucho tiempo. Lo más probable es que nunca lo encontrara pero valía la pena buscarlo.

 Se quedó dormido una vez más  Ya no soñó más nada y pudo descansar su cuerpo y su mente para en verdad estar en paz consigo mismo. Era la única manera de continuar su viaje. Al otro día, lo despertó el agua que lo salpicaba en la cara: el riachuelo ahora sí era un río y amenazaba con llevárselo si no se levantaba. Lo bueno, era que por alguna razón se había acostado del lado opuesto al que había llegado. Si no lo hubiera hecho así, seguro hubiera tenido que buscar tierra adentro por algún cruce sobre el agua.

 Se dio cuenta que el río tenía ahora un color marrón desagradable y que ya no parecía muy bueno para beber de él. El agua además arrastraba al mar pedazos de troncos, hojas y otros objetos que parecían hechos por humanos, Se quedó mirando el raro espectáculo hasta que se dio cuenta que el río crecería aún más, a juzgar por el olor del ambiente que denotaba una tormenta acercándose. Como no quería mojarse ni estar allí para más agua marrón, emprendió su camino por la costa de nuevo.

 En efecto, las gotas empezaron a caer suavemente después de algunas horas de viaje. No caían con fuerza sino con insistencia, como anunciando la tormenta que se iba a desprender en cualquier momento. El perro miró a un lado de la playa y vio que la vegetación era allí más salvaje de del otro lado del río. Seguramente lo mejor era cruzar por ese paraje en vez de quedarse en la playa donde no habría donde resguardarse cuando la tormenta decidiese llegar con vientos, lluvia y demás.

 Pisar pasto y musgo era agradable para sus patas, era como flotar. Pero también había lodo y residuos de lo que hacía tiempo había sido la civilización. En efecto, después de caminar un poco más, se cruzó con un pueblo fantasma. La verdad era que no se había cruzado con ninguna población desde que había salido de la suya en busca del mar. Después de todo, recordaba que su amo poseía otra casa cerca de la playa pero no recordaba exactamente en dónde. Por eso ahora recorría la playa, tratando de recordar donde era para así llegar a esa casa y de pronto reunirse con su amo.

 Pero ese pueblo no tenía nada que ver con la casa de playa que buscaba. Era un lugar casi destruido, con pocas estructuras todavía de pie. La severidad de las tormentas recientes se podía ver allí: muros completamente destruidos, vegetación por todos lados y causante de parte de la destrucción y casi nada de vida fuera de las plantas. El perro pudo notar, sin embargo, que había un nido en un rincón de una de las casas pero no había huevos ni ave ni nada. Lo que había era una rata muerta y otra que se la estaba comiendo.

 Si hubiese tenido energía, se hubiese comido a la rata. Pero el perro cada día se sentía peor, el cuerpo le pesaba como si llevara una carga demasiado pesada para su demacrado cuerpo y comer un animal que posiblemente estaba más enfermo que él no le llamaba mucho la atención. Además había recargado algo sus baterías con el agua del riachuelo. De hecho aprovechó estar en eso lugar tan horrible para orinar sobre unas plantas y así ayudar a su crecimiento, si es que eso todavía era posible.

 Cuando pasó el pueblo, llegó a una carretera. El asfalto era de esas cosas que los seres humanos habían inventado que no se borraba con nada y menos aún estando la memoria de su existencia tan fresca. Fue allí, viendo las borradas líneas en el suelo negro y un letrero caído en el suelo que el perro se dio cuenta que estaba cerca de su destino.

 Fue entonces que empezó a correr como loco, sin importarle el dolor y lo mucho que cada paso le cobraba a su cuerpo. El dolor iba en aumento pero a él ya no le importaba nada más porque sabía que ya no había tiempo para nada. Al fin y al cabo su pelaje estaba lleno de parches y no podía comer así quisiera. Así que solo corrió y corrió hasta que de nuevo el mundo se tiñó de rojo con el atardecer.

 Fue entonces que por fin encontró la casa que tanto había buscado. La entrada para él seguía allí y estaba abierta. Era pequeña así que la recorrió en poco tiempo pero fue entonces que se dio cuenta que su amo no estaba allí y que posiblemente su destino ahora fuese el mismo que el de él.


 Lo mejor, pensó, era echarse a descansar en la cama sobre la que se había acostado tantas veces desde que era cachorro. Allí había aprendido varias cosas sobre los seres humanos, sus locuras y genialidades, pero sobre todo sus ganas de querer y de ser lo mejores posible cada día. El perro olfateó por última vez el olor de su amo y cerró los ojos para dormir por siempre.

martes, 12 de enero de 2016

Him and the gym

   It was very annoying, but it was more and more frequent that, in the middle of the night, he had to wake up to a cramp or some other time of pain. It would normally be in his feet or legs but sometimes it was his waist that felt the pain or even his face. He had gone to the doctor several times and to many different ones but none of them was able to tell him why that happened. He hated when it was obvious they were inventing what to say instead of giving him a science based and objective point of view. They just shot in the dark, trying to get it right.

 Many had told him it was the lack of exercise so he tried to jog in the mornings. Soon, he changed it to the afternoons, and then the nights. All of this happening in the same week, as he realized he hated to reorganize his life around such a menial activity. He didn’t understand how some people dared to say they loved to exercise often and for many hours. He didn’t tell this to anyone, but for him all those persons in the gyms and the parks exercising every single hour of the day, were just insane people without any real talent in them.

 Of course, he didn’t tell this to anyone when he signed on for a year at a big gym near his house. A perky girl showed him all the machines, explained the courses he could take (as if he was entering Harvard) and told him about the trainers that helped people there. Some even had experience in the military, which assured quality but also inspired some fear. In his first week he avoided the trainers and the courses and the dancing lessons, in order to focus only in the machines. It was a failure anyway but at least he wasn’t getting yelled at.

 The screams were constant in that place and everyone behaved as if it was extremely normal that a man build like a house would scream a bunch of skinny short women about how they couldn’t meet his extremely bizarre quotas of exercise. The man was clearly deranged somehow, always screaming and never really doing any exercise himself, only when he needed to demonstrate something he wanted all of them to do. Even then it was strange, because he would do the exercise so fast and in such a bizarre way, none of the women would get it fast and the screaming would ensue.

 He wasn’t the only insane one in the place. For a spinning class, there was a lot of yelling there too. The “teacher” there was a woman. She was very beautiful and her body was testament to her prowess in the exercise area but she was another one that yelled a lot. And he could never hold his laughter when looking at the spinning class because it was simply ridiculous. That woman yelling others to accelerate on bikes going nowhere, in a closed room with the concentrated heat that everyone was releasing, without the refreshing sight of the actual world.

 He exercised independently as long as he could but in every area of that place, there was a man or a woman kind of supervising that everyone make good use of the machines, normally looking after the cleanliness of everyone in the gym and to see that everyone was using the machines in the right way. To him, it was amazing how little sense of humor people in a gym could have. He saw a young man once trying to do a choreography he had clearly taken away from the TV on some of the running machines and they simply expelled them for that because they deemed his behavior “irresponsible” and “dangerous”.

 No one laughed there unless it was hypocritical laughter or if the person was talking on the phone. Besides that, the sound that ruled was heavy breathing and the eternal sounds of the machines and the one of the stupid music the put every single day. Every day it was the same playlist, from beginning to end and he already knew it by heart. And what was so annoying about it, is that it was there to make you feel you could always do more, like the music they put on shops and so on.

 Basically, the place was a laboratory, and every stupid person that paid to be there was a mouse or a hamster forever turning in their little wheel like an idiot, not ever thinking twice about anything. It was easy to see how brainwashed some of them are and the scary thing was that the results they had made them even more prone to stay there and keep on going and just obsess about the whole thing. He had hated to rearrange his life around exercise but many others were happy to do it, dedicating even more and more time per week to what they called “the art of exercise”.

 “Horseshit”. That’s what he told his doctor after a couple of months going to the gym. They did a lot of exams and tests and it was revealed that the exercise had nothing to do with whatever was happening to him. The cramps would even get worse some nights and he had slowly became a person that slept on his chest, as it was impossible to him sleeping in any other way. His legs always hurt and his body was still as bad as it was months ago.

 When he saw the results of the test, he decided to quit the gym. He had paid for a year but he didn’t mind “loosing” that money because in any case he had already paid it and new that the people in the gym had already spend it in some stupid machine. So he decided to only exercise in the weekends and on the park and maybe doing something he would enjoy, for a change. He played football with friends sometimes, or with a Frisbee or he could even buy a dog and play with him. The possibilities were endless.

 Yes, he wasn’t ripped like those nutbags from the gym but he started feeling better once he decided to relax about the whole thing and when he decided to get massages and eat better. All of those decisions made him happier than going to an enclosed space to run like a lunatic. Now he enjoyed his life and, even without the killer body, he felt better and that’s all he ever wanted. He had always been happy with who he was and had been depressed the whole time being in the gym. With all the pictures and the trainers and the brainwashing, it was hard not get out of there thinking “I have to be like all of this people”.

 He sometimes saw some of them in the park or in the street and they always gave him this look of superiority. But the look wasn’t only at him but at the world around them. For some stupid reason, all of this toolbags that had once decided to go crazy in the exercise, decided they were better than the rest of us and the worst thing was that all the media and the society at large believed that to be true. We have been taken by the balls by a small group of people and now the prototypes of beauty are radically different than what they were a hundred years ago and even more than what they were on the Renaissance or before.

 But people can stand up to that and just move along, living their lives as they may and not thinking every single second about how they look. He laughed alone when recalling some of the conversations he had overheard in the gym while in the machines or in the locker room. It has to be left clear that he didn’t thought they were all stupid but some of them were such idiots, it was a very difficult thing to ignore. They talked about sex in a way it was simply funny to hear about it, as if it was an exhibition of the caliber of a two peacocks showing their feathers to the one female, who also happened to be ripped like them.

 It hadn’t been his thing but he new that some people liked it and he was fine with it. Even some of his friends told him he should have at list used his membership the whole year, at least once a week. But he told them he simply couldn’t stand going there anymore. Seeing the faces of people that claimed they had fun exercising but were there every day stressed out because they didn’t lose as much weight as they had planned or because they wouldn’t meet theirs trainer’s demands. It was a disaster.


 He finally decided to buy that dog and it was the best decision he ever had. Not only he had tons of exercise running after his furry acquisition, the dog also became his best and most loyal friend. And that was something exercising like a lunatic couldn’t offer. It couldn’t give you real feelings, only shallow ones that surfaced because you can’t even think as you kill yourself on those damned machines.

lunes, 11 de enero de 2016

Un día en la vida

   El sol todavía no había salido. El mundo estaba oscuro y casi todo la gente en la ciudad estaba durmiendo. Pero obviamente no toda. Hay quienes trabajan desde muy temprano en varios de los servicios que todos utilizamos diariamente pero también hay aquellas personas que simplemente se despiertan a las cinco de la mañana sin razón aparente. Así era Leo, a quién solo le gustaba que le dijeran Leo las personas que conocía, sus amigos y familia. Si alguien más lo saludaba diciéndole Leo, él simplemente corregía a la persona recordándole su nombre entero e incluso su apellido.

 Leo no ponía nunca alarma ni nada por el estilo. Simplemente se levantaba a las cinco de la mañana todos los días y pasaba la primera hora del día revisando que todo estuviera bien en su cuerpo y en sus asuntos para que nada lo sorprendiera a lo largo del día. Apenas abría los ojos se sentaba en el borde de su cama y empezaba a hacer sonidos extraños, a la vez que se tocaba la garganta con una mano y tomar algo de agua. A veces hacía gárgaras, a veces no. Revisaba que todo lo que necesitaba ese día estuviese en su maletín y también revisaba sus testículos para encontrar cáncer.

 En ocasiones, y si se sentía con muchas ganas, Leo hacía algo de ejercicio. Al menos quince minutos eran suficientes corriendo en su máquina o haciendo flexiones sobre un tapete que había comprado específicamente para eso. Despus de usar cualqueir aparato lo limpiaba y dejaba en las mejores condiciones posibles.  vez que se tocaba la garganta con una manés de usar cualquier aparato lo limpiaba y lo dejaba en las mejores condiciones posibles, como si no fuera suyo y el apartamento en el que vivía fuese una habitación de hotel que había que dejar impecable para el siguiente huésped.

 Su trabajo era de supervisor en una empresa de tecnología, donde hacían programación y cosas como esa. Él era muy bueno en lo que hacía y por eso tenía un buen puesto a pesar de ser relativamente joven. La verdad era que él estaba muy orgulloso tanto de su trabajo como de su habilidad en él y no dudaba en hablarle a cualquiera acerca de eso. Pero a la mayoría de la gente  no le interesaba mucho el tema, se aburrían fácil de él y se alejaban excusándose con alguna frase tonta.

 Leo tenía pocos amigos, gente que había aprendido a ver más allá de sus excentricidades y que lo consideraban un personaje al cual admirar y en el que podían confiar sin dudarlo. De hecho, entre su grupo de amigos, era considerado la mejor persona para guardar un secreto y también el mejor escuchando y poniendo atención a los problemas de los demás. Leo tenía esa rarísima cualidad de simplemente poder escuchar y, al terminar todo, poder repetir todo lo que se le había dicho y después nunca contárselo a nadie más así pudiese recitarlo todo como un poema. Esas características tan extrañas eran las que lo hacían ser un personaje muy querido entre las pocas personas que lo conocían.

 Eso sí, tenía diferentes gustos que ellos, para casi todo. No solo el hecho de levantarse tan temprano, que era muy poco común, sino también como vivía su vida. Después de esa hora de revisión, se metía a la ducha y cronometraba su tiempo dentro. El reloj siempre sonaba pasados cinco minutos y él siempre cerraba la llave apenas oía el timbre. Se había entrenado para usar el jabón, el champú y tal vez una esponja en ese espacio de tiempo. Después tenía otros cinco minutos para cepillarse los dientes y tal vez afeitarse. A eso le seguía ponerse la ropa adecuada, que elegía con mucho cuidado. Tenía un traje o conjunto definido para cada día de la semana pero variaba algunas cosas como las camisas o, su prenda favorita, las medias.

 Su regalo preferido eran medias. Mientras que todos los demás hombres que conocía se ofendían cuando sus novias o familiares les daban medias en Navidad, a Leo le fascinaba. Había tantos colores y estilos que simplemente le fascinaba recibir ese regalo. Tenía medias de colores muy clásicos como azul, marrón y blanco pero también muchas con estampados muy originales. Tenía de algodón, poliéster, lino e hilo y para hacer deporte, caminar, verano e invierno. Era sin duda su prenda predilecta y eso también lo sabía cualquiera que lo conociera.

 Las medias era lo primero que se ponía en la mañana. Le seguían los bóxer y luego la camisa, el pantalón y la chaqueta o abrigo del conjunto que hubiese elegido. Esta última prende a veces no se la ponía sino hasta después de desayunar. Lo mismo pasaba si la camisa que usaba era blanca, pues siempre tenía miedo a ensuciarse. Si eso pasaba en la mañana, de inmediato echaba la camisa a la lavadora y se ponía otra, incluso si la mancha era diminuta y nadie pudiese verla. El problema es que él la vería todo el día.

 En cosas así, pequeñas y que parecieran no tener importancia, Leo siempre había sido un poco obsesivo. No podía ver una mancha en nada porque se ponía a limpiarla y siempre se esforzaba para que todo en su casa estuviese debidamente presentado. Había ido varias veces a casa de amigos hombres y la gran mayoría eran siempre un desastre, en especial si compartían el apartamento con otros hombres. Le daba asco orinar en esos baños y sentarse en esa camas, nada más pensando en la cantidad de ácaros que pudiese haber.

 El domingo era para Leo el día de limpieza. Ese día, por unas 4 horas entre el desayuno y el almuerzo, se dedicaba a limpiar todo a profundidad. Y la verdad era que no solo lo hacía por asco o por sentir un deber sino también porque le gustaba hacerlo. Le gustaba sentir que todo cambiaba.

 Eso no aplicaba a su trabajo, al cual llegaba siempre en punto después de haber hecho un recorrido siempre calculado en autobús. No usaba su carro a menos que fuese absolutamente necesario pues no le gustaba gastar mucha gasolina. Además, lo compartía con su madre quién lo tenía la mayoría de las veces. Lo había comprado para ella pero ella había sido la de la idea de compartirlo, como una manera de sentirse menos comprometida a aceptar semejante regalo. Pero con el tiempo, lo usaba casi siempre.

A Leo le gustaba el autobús. Elegía la ruta que siempre estaba más vacía a esa hora. Se demoraba un poco más de lo normal pero no le importaba pues así podía ver más de las personas con las que compartía el recorrido. Le gustaba ver los malabares de las mujeres arreglándose con el movimiento del vehículo y algunas personas leyendo el periódico como si en verdad estuvieran leyendo algo importante. Niños casi no había y cuando había se notaba que iban al colegio o a una cita médica, eran las dos opciones seguras y era obvio siempre cual era la correcta.

 Le gustaba imaginarse la vida de cada una de esas personas y siempre buscaba por una en especial, por aquel personaje que él elegía como el personajes de la mañana. Alguien que pudiera pasar desapercibido fácilmente pero que tenía algo que lo o la diferenciaba de los demás, sin importar si era una prenda de vestir, una actitud o una manera de comportarse. Algo que los apartara era lo esencial para hacer casi un estudio de su existencia en el corto recorrido del bus.

 En la oficina, Leo era respetado y siempre tenía gente haciéndolo preguntas, incluso cuando no tenían nada que ver con el trabajo para el cual le pagaban. Igual le preguntaban pues todo el mundo sabía que Leo se las sabía todas y la verdad era que él estaba feliz de ayudar, estaba contento con que la gente apreciara su esfuerzo y conocimiento y por eso no dudaba nunca en ayudar cuando le fuese posible.

 A la hora del almuerzo, a veces salía con algún compañero. Pero sí tenía demasiado trabajo, pedía algo a la oficina y se quedaba allí arreglando cuentas y datos a la vez que comía con una servilleta de tela encima para evitar las manchas en su ropa. A veces así era más productivo, algo así como fuera de su elemento. Pero la verdad era que era muy difícil cogerlo fuera de su elemento pues siempre estaba preparado para todo.

En la tarde eran siempre las reuniones y esa clase de cosas y, como se dijo antes, venía siempre listo con todos los datos e información pertinentes. Todo a punto para que cualquier pregunta pudiese ser solucionada al instante y sin demora.


 Volvía casa, a veces tarde, a veces temprano. Eso dependía de su ánimo. Leía, veía una película o hacía algo relajante antes de dormir y cuando se acostaba pensaba en como su vida podría ser diferente y en lo que hacían sus personajes de la mañana en ese momento. Como serían sus personajes de noche? Estarían tan ansiosos como él? Tan preocupados a pesar de estar en un sitio tan sólido?